Por: Pastor Jorge Iván Arango
“Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos”.
Este versículo del Salmo 23 es sumamente contradictorio a simple vista,
¿Cómo voy a disfrutar un rico almuerzo junto a las personas que me ridiculizan, me humillan y me hacen sentirme mal?
¿Cómo voy a estar sentado junto a personas que solamente quieren el mal para mí?
Que disfrutan cuando me equivoco y cuando fallo, o nuestros enemigos también pueden ser los problemas, las dificultades o las circunstancias en nuestra vida que nos hacen el camino más difícil, pues si es posible.
Sí es posible sentarse a comer de las bendiciones que el Señor nos ha dado en nuestras vidas, cuando tenemos enemigos alrededor.
Si es posible disfrutar de todas las cosas que Él nos ha dado, aun cuando las circunstancias parezcan adversas.
Si es posible disfrutar de nuestra familia, trabajo, bienes materiales y salud.
Si es posible disfrutar de nuestros sueños y metas.
Si es posible disfrutar del fruto de nuestro esfuerzo.
Si es posible que podamos brillar en medio de tanta oscuridad.
“Siéntate a la mesa y disfruta tu vida hoy, aunque a tu alrededor estén tus enemigos, porque quien sirve la mesa, es el Señor”.
Una mujer que sufría de heridas internas pasaba día y noche buscando la manera de vengarse; hasta que llegó a leer la palabra de Dios:
“No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza”.
Consecuentemente, esta mujer dejó en manos de Dios la venganza, desde entonces pudo gozar de inmensa paz.
Mientras estamos aquí sobre esta tierra tendremos encuentros con grandes y pequeños enemigos; pero ¿qué dice la palabra de Dios sobre estos encuentros?
Lo primero es que cuando estemos delante de nuestros angustiadores, dice el Señor que no nos dejará solos ni abandonados.
Cuando nuestros angustiadores nos atacan, allí también está el Señor con nosotros.
De modo que no mire al enemigo que ataca, sino al Señor que está con usted, y mediante su presencia obtenga paz y fortalecimiento espiritual.
Recuerde que Jesús es el buen pastor y Él nos adereza la mesa.
Una pregunta:
¿Por qué Jesús nos prepara la mesa delante de nuestros angustiadores y no a solas con Él?
Él nos entrega la victoria en presencia de nuestros angustiadores para que ellos vean como Él hace justicia. Su justicia no es matarlos, destruirlos, su justicia es exaltarnos delante de ellos y así mostrar su cuidado, su amor y su protección como el buen pastor.
Una pareja pastoral sufrió el dolor de la separación por causa del adulterio, y Dios en su infinita misericordia los restauró después de varios años de intensa lucha y abundante perdón , misericordia y restitución. Durante todos esos años de restauración fueron la burla y el desprecio de muchas personas. Hasta que un día Dios le dijo a ella que Él mismo se vengaría de sus angustiadores.
Pasaron varios años y Dios los empezó a utilizar en la restauración de hogares y parejas con problemas de adicciones, y un día ella le recordó a Dios acerca de la venganza que Él le haría por tanta humillación y burla que sufrieron durante varios años a lo que Dios le respondió a ella:
“Hija me he vengado todos estos años y te he hecho justicia. Cada vez que una familia se restaura es mi venganza contra todos los que se burlaron de ti”.
Tremendo la forma como Dios aderezo mesa en presencia de los angustiadores de ella. De modo que si el enemigo acampa alrededor nuestro, también Dios está con nosotros, y a ellos los usa para aderezar mesa.
Es nuestro deseo no tener encuentro con ningún enemigo, lo cual es natural, lo mejor será no tener enemigo, si es posible. Pero muchas veces recibimos ataques de los enemigos; aunque tu vida sea fiel, digna y honesta, se levantan enemigos que tratan de robarnos, matarnos y destruirnos.
Cuando nos enfrentamos con ellos no sabemos qué hacer, pero cuando se encuentren en esta situación, tengan fe en Jesús, nuestro pastor y sin tregua practiquen la fe. Porque nuestro pastor no se apartará de nosotros por la presencia de los angustiadores; mas Él le hará frente y luego con su espada preparará el banquete para nosotros.
Lo Segundo es saber que sin los angustiadores nosotros no gozaríamos del banquete, de manera que tenga presente que cuando llegan los angustiadores, Jesús el buen pastor llegará también con un banquete.
Por tanto, no trate de vengarse del enemigo por usted mismo, porque dice el Señor que suya es la venganza. En consecuencia, en lugar de maldecir a nuestros angustiadores, bendiga; porque ciertamente Dios los preparará como alimento para sus hijos. Nuestros angustiadores llegan a nosotros creyendo que nos derrotarán, pero nuestro pastor los hará frente y peleará en nuestro lugar; así aderezará mesa delante de nosotros, entregándonos la victoria.
La mesa que Dios adereza para ti, es la victoria sobre la circunstancia que tú enemigo te preparó.
Dios te bendiga.
