Por:
Xavier Martínez Salah
Al hablar de minimizar el riesgo de contagio supongo que se debe hacer énfasis en tomar las más detalladas y cuidadosas medidas en aras de evitar la propagación del COVID-19.
Antes de escribir sobre este tema, me di a la tarea de averiguar con amigos del Facebook a través de una publicación si era yo el que veía que algo estaba mal en el segundo decreto que expidió la Alcaldía de Santa Marta al indicar, que ahora solo podemos salir un día a la semana y los días sábados por la mañana los pares y por la tarde los impares. Los comentarios no se hicieron esperar y evidentemente el común denominador me dio la razón, claramente hay un gran error.
De mi núcleo familiar soy yo quien sale a realizar las compras de lo que hace falta, trato de hacerlo una vez por semana, antes (con la primera medida tomada) se podía mercar sin ningún tipo de contratiempos, ahora (luego de la puesta en marcha del nuevo decreto) me ha sido imposible hacer compras en los almacenes de cadena, filas para ingresar y para pagar interminables, la aglomeración de personas en los pequeños mayoristas (D1, ARA, Justo y Bueno) también me impresiona, entonces me pregunto, ¿En dónde está la efectividad del gobierno local para aplanar el contagio?
Siendo respetuoso y acatando las normas que han de establecer ante estos momentos considero, y me tomo la palabra de muchos que coinciden conmigo, es hora de replantear lo que no está funcionando, y este decreto es un desastre.
No quiero pensar que en los afanes de mostrar gestión no están tomando las mejores decisiones, se hace necesario y acogiendo recomendaciones, modificar de manera urgente ese decreto, toda vez que a la fecha no se vislumbra una solución ni a corto ni a mediano plazo de esta problemática.
Abono el deseo de aplicar medidas que en el fondo no me cabe duda tienen un buen propósito, pero es prudente reexaminar el pico y cédula como lo desean la gran mayoría.
