Niños desde los 5 hasta los 10 años llegaron a la ‘Bahía más linda de América’ en compañía de sus familiares para disfrutar de las delicias que ofrece la samaria, entre esas, su gastronomía y la magia que ofrecen las playas de El Rodadero.
A través de la Fundación Pequeños Guerreros, los menores han recargado su corazón de alegría y esperanza para seguir ganándole la batalla a la temible enfermedad.