Conocida su derrota en el Congreso al no poder sacar adelante la reforma a la salud, el gobierno del Presidente Petro optó por vengarse. Ayer mismo se conoció que la EPS Sanitas, una de las más grandes del país con más de 5.7 millones de pacientes afiliados, estaría siendo intervenida por la Superintendencia de Salud, según la versión de congresistas de oposición y de medios de comunicación.
De acuerdo con esta información, funcionarios de la Supersalud acudieron esta tarde a la entidad y la notificaron de la decisión. Sin embargo, ni Sanitas ni la Superintendencia han confirmado aún oficialmente la información.
Con esta EPS, el Gobierno ha sostenido una permanente controversia, pues la ha acusado de administrar mal los recursos que recibe para la atención de sus afiliados y de enriquecer a sus socios, mientras no cumple con sus obligaciones.
En noviembre pasado, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, aseguró que la EPS Sanitas recibió más de 31 billones de pesos entre 2019 y 2023 por la Unidad de Pago por Capitación (UPC) y aún así enfrenta problemas financieros.
El senador Miguel Uribe, quien reveló en el Congreso que la intervención estaba ocurriendo afirmó: “en este momento, acaba de llegar la Superintendencia de Salud para intervenir Sanitas. Comienza así el principio del fin en Colombia, el fin de la democracia. ¿Será esta una represalia por haber agendado el día de mañana el debate de la reforma a la salud en la Comisión Séptima?”.
“El Gobierno tomó represalias frente a la EPS que tiene varios millones de colombianos afiliados. A partir de ahora, estarán sometidos a dificultades en el acceso a su salud debido a una acción absolutamente politiquera de Gustavo Petro”, agregó.
