Hombres irrumpieron en la residencia de Fernando, sorprendiéndolo sin previo aviso. Sin mediar palabra, dispararon repetidamente, causándole graves heridas. A pesar de ser auxiliado y trasladado rápidamente al IPC de María Eugenia, sus esfuerzos por salvarle la vida fueron en vano.
El dolor se apoderó de los familiares de Fernando, quienes llegaron al Hospital Julio Mendez Barreneche en busca de respuestas. En las afueras del hospital, las escenas de llanto y desesperación eran palpables.
El CTI realizó las diligencias pertinentes y procedió al levantamiento del cadáver, trasladándolo a la morgue de ciencias forenses y medicina legal de Santa Marta.