La reapertura del Parque Nacional Natural Tayrona ha causado emoción en la comunidad de Santa Marta y en todos los visitantes que esperaban volver a conectarse con este rincón de la naturaleza colombiana.
El período de cierre, que se extendió desde el 19 de octubre hasta el pasado 2 de noviembre de este año, fue un esfuerzo conjunto y sin precedentes en el que los pueblos indígenas Arhuaco, Kankuamo, Koqui y Wiwa trabajaron de la mano con Parques Naturales de Colombia. Estas comunidades, que consideran al Parque Tayrona como un lugar sagrado, se unieron en un acto de preservación y respeto hacia la tierra y la naturaleza que los rodea.
Durante estos 15 días, el impacto fue notable. Las especies y playas presentes en el área protegida tuvieron un respiro, permitiendo que la vida salvaje y los ecosistemas se regeneraran de manera significativa. La presión turística, con su afluencia constante de visitantes, disminuyó temporalmente, lo que permitió la recuperación de la flora y fauna, así como la restauración de las playas y el ambiente marino.
