La falta de insumos médicos es tan apremiante que ha llevado a la suspensión de servicios esenciales, lo que ha dejado a la comunidad sin opciones locales para recibir atención médica.
La comunidad local es la más afectada por esta crisis, ya que la mayoría de los pacientes se ven obligados a trasladarse por sus propios medios al municipio de Pivijay en busca de atención médica. Varias voces entre los usuarios han señalado que esta situación no es nueva y que se ha ido agravando paulatinamente en los últimos meses. Tanto es así que la sala de partos ya no está operativa, y la atención de consulta externa y las cirugías, incluso las de menor envergadura, deben ser remitidas a otros municipios.
Hasta el momento, ni la gerencia del hospital ni la Gobernación del Magdalena, a través de la Secretaría de Salud departamental, han ofrecido explicaciones o soluciones a esta crisis, lo que ha generado aún más frustración y descontento entre la población afectada.
Por lo tanto, la comunidad se ha unido en un llamado conjunto para que las entidades gubernamentales responsables aclaren la situación y tomen medidas concretas para abordar este alarmante problema de salud que afecta a la región.