El primer acuerdo entre ‘Shottas’ y ‘Espartanos’ se alcanzó a instancias del Comisionado de Paz y la Iglesia católica en agosto pasado, y por dos meses. Ahora se extiende por un periodo similar, hasta el 4 de noviembre.
‘Shottas’ y ‘Espartanos’, las dos bandas criminales más fuertes que hacen presencia en Buenaventura, ampliaron por dos meses más, hasta el 4 de noviembre próximo, el pacto suscrito el 4 de agosto de 2023, para eliminar las fronteras invisibles, principal causa de violencia en el puerto sobre el Pacífico.
Esta decisión forma parte de la estrategia diseñada por el Gobierno de Cambio para avanzar hacia la eliminación de toda expresión violenta en esa ciudad puerto.
Para lograr este acuerdo, la delegación del Gobierno Nacional y los voceros de ambas estructuras ilegales, vienen sesionando cada semana desde que se instaló formalmente el Espacio de Conversación Sociojurídica para la construcción de Paz en Buenaventura, el pasado 18 de julio.
Un primer acuerdo entre ‘Shottas’ y ‘Espartanos para eliminar esas barreras invisibles se logró el 4 de agosto, por dos meses: las estructuras asumieron el compromiso de cero homicidios y de disminuir conductas cómo la extorsión y el hurto.
“Este compromiso ha tenido un impacto positivo en los índices de criminalidad de la ciudad: en agosto se registró un solo homicidio en la zona urbana de Buenaventura, una cifra marcadamente menor a las que lamentablemente se venían registrando en meses y años anteriores. Las comunidades hablan de la ausencia de reportes de balaceras y actos de violencia en varias zonas de la ciudad, destaca la oficina del Comisionado de Paz, Danilo Rueda.
Para superar las causas de la violencia en Buenaventura, la política de Paz Total cuenta con dos mecanismos: el Espacio de Conversación Sociojurídica y la MisiónPaz.
Esta última, con ocasión de la Semana por la Paz, la MisiónPaz comenzará a hacer presencia permanente en las comunas del puerto para propiciar la participación transformadora de toda la comunidad, y establecerá mecanismos de interacción con diversos sectores sociales, políticos y económicos de la ciudad. El propósito es que toda la comunidad se una al proyecto de convertir a Buenaventura en una ciudad de paz.
Concluye el Comisionado de Paz que eliminar las fronteras invisibles “propiciará condiciones de participación en libertad y sin temor a la persecución, la tortura o la muerte en la construcción de la paz urbana.
Para ello, habrá seguimiento mediante un sistema integrado de monitoreo, testigos internacionales y el acompañamiento de la Iglesia Católica y organismos eclesiales de derechos humanos.
Mientras, se espera que el Congreso de la República trámite los mecanismos jurídicos para la dejación colectiva de armas y la transición al Estado de derecho de los integrantes de los grupos irregulares, con garantías a la vida e integridad, y con respeto por los derechos a la verdad y la justicia de las víctimas.
