EL fuerte aguacero y los vientos devastadores dejaron a varias familias en una situación desesperada, con sus viviendas destechadas y pertenencias esparcidas por las calles. La comunidad, temerosa y angustiada, observa impotente cómo este fenómeno climático les ha arrebatado la seguridad de sus hogares y ha generado una crisis humanitaria en la tierra del premio nobel de literatura.
La población del Magdalena se enfrenta a un desafío continuo debido a esta ola invernal que persiste desde hace varias semanas. Las autoridades hacen un llamado a la solidaridad de la comunidad y a la importancia de mantenerse informados sobre las alertas y recomendaciones, con el objetivo de garantizar la seguridad y el bienestar de todos los residentes del departamento.