Este julio ha sido el mes más caluroso a nivel global desde que se tienen registros, con una temperatura promedio de 16,95 grados celsius, advirtió la Organización Meteorológica Mundial (OMM) tras recibir los datos provisionales del Servicio de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea.
La media mensual de 16,95 grados, elaborada con los datos de los 23 primeros días de julio (Copérnico publicará el dato definitivo del mes el 8 de agosto), supera con creces al anterior récord para un mes, que hasta ahora eran 16,63 grados en julio de 2019.
Actuar para prevenir el calentamiento global “no es un lujo sino una necesidad”, añadió el secretario general de la OMM, mientras que el director del organismo para Servicios Climáticos, Chris Hewitt, apuntó en rueda de prensa que al actual ritmo es probable que 2023 sea el más caluroso de la historia, batiendo las cifras de 2016.
Los récords se producen en un momento de fuertes olas de calor en Norteamérica, Asia y la cuenca mediterránea, con graves incendios en esta última región o en países como Canadá, mientras otros como China han registrado plusmarcas nacionales de temperatura (52,2 grados en Turpan, noroeste del país, el pasado 16 de julio).
Umbrales de alarma superados
La OMM también advirtió de que las temperaturas medias globales en la primera y tercera semanas de julio superaron en 1,5 grados el promedio de los niveles preindustriales (1850-1900), que es considerado el umbral límite para cumplir el Acuerdo de París y no abocar al planeta a niveles catastróficos de calentamiento global.
En el año más caluroso nunca registrado, 2016, la media de temperaturas “sólo” superó en 1,26 grados la media de la era preindustrial. La agencia meteorológica de Naciones Unidas predice a la vista de las actuales tendencias que hay un 98 % de posibilidades de que al menos uno de los cinco próximos años sea el más caluroso desde que se tienen registros, y un 66 % de probabilidades de que al menos temporalmente se supere en todo ese año el umbral de los 1,5 grados.
Además, las temperaturas de la superficie de los océanos llevan desde mayo situándose a niveles inusualmente altos, lo que según la OMM ha contribuido a que el mes de julio fuera especialmente caluroso.
El pasado 19 de julio la media de estas mediciones marinas fue de 20,94 grados, la segunda más alta registrada en la historia, sólo 0,01 grados por debajo de la del 29 de marzo de 2016.
El mundo hierve
Simultáneamente a la publicación de los datos récord, el secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó desde Nueva York un nuevo mensaje de advertencia sobre los peligros del cambio climático, subrayando que “la era del calentamiento global ha terminado, y hemos entrado en la de la ebullición global”.
“El cambio climático está aquí, es terrorífico, y esto es sólo el comienzo”, aseguró el portugués, quien añadió que aunque las cifras de Copérnico y la OMM publicadas hoy son provisionales, “a menos que haya una pequeña edad de hielo en los próximos días, julio dejará números récord que se saldrán de las gráficas”.
Guterres subrayó que pese a la negativa situación, de la que “los humanos son los culpables”, “todavía es posible limitar el ascenso de las temperaturas globales por debajo de los 1,5 grados y evitar lo peor del cambio climático”, aunque para ello, subrayó, “deben acelerarse las acciones”.
El máximo responsable de Naciones Unidas apeló en este sentido a cumplir los compromisos de emisiones netas cero, en el caso de las naciones desarrolladas antes de 2040 y para 2050 en las economías en desarrollo.
“Todos los actores deben unirse para una justa y equitativa transición de los combustibles fósiles a las renovables, mientras detenemos la expansión del petróleo y el gas”, así como la financiación de nuevos proyectos de estas fuentes de energía y del carbón, afirmó Guterres.