En una sorprendente decisión, Irene Vélez, ministra de Minas y Energía, ha presentado su renuncia al cargo, alegando que busca evitar que las investigaciones judiciales en su contra interfieran con el gobierno.
Vélez ha estado bajo el escrutinio de la justicia debido a las acusaciones de presunto tráfico de influencias, que se basan en la supuesta utilización de su poder como funcionaria del gobierno para evadir los controles migratorios y sacar a sus dos hijos menores del país hacia España en enero de 2023.
Aunque algunos consideran que estas acusaciones pueden parecer insignificantes en comparación con otros errores que se le atribuyen y que incluso afectaron el precio del dólar en su momento, según lo reconocido por el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, para el fiscal Francisco Barbosa y la procuradora Margarita Cabello, estas alegaciones de tráfico de influencias son un asunto de gran importancia que justifica tanto un proceso penal como disciplinario contra la alta funcionaria.
En su carta de renuncia de cuatro páginas, presentada este miércoles en la Casa de Nariño, Vélez elaboró una especie de proclama en la que destacó inicialmente sus 35 logros principales durante los 11 meses que ocupó el cargo en el gobierno de Gustavo Petro. Posteriormente, explicó que su dimisión busca proteger a la Casa de Nariño de cualquier posible consecuencia negativa derivada de las investigaciones en su contra.
“He decidido apartarme del cargo de ministra para evitar que las investigaciones en mi contra interfieran con la ejecución del programa de gobierno. Siempre estaré dispuesta a responder a las autoridades cuando así lo requieran”, manifestó Vélez.
En la misiva, la exministra resaltó los avances y logros alcanzados durante su mandato, indicando que el gobierno ha estado cumpliendo con sus objetivos de transformación. También expresó su agradecimiento al presidente Petro por su confianza y apoyo en varias ocasiones, a pesar del desgaste que su gobierno sufrió debido a los tropiezos de su gestión.
“Nadie dijo que el cambio sería fácil, pero ni los ataques ni las burlas nos distraerán de lo que es realmente importante: nuestras luchas por la justicia y la dignidad”, agregó.
Vélez señaló que ha sido objeto de desmoralización y deslegitimación con el objetivo de obstaculizar los cambios estructurales necesarios para superar la pobreza y la violencia que han afectado al país.
“Somos semillas, representamos la paridad, el antirracismo, el progresismo y la transición. En lugar de perder la esperanza, hoy la invitación es a seguir impulsando y materializando las transformaciones profundas que la Paz Total nos exige”, afirmó.
La ministra anunció que, desde cualquier posición que ocupe, su convicción será continuar apoyando las luchas populares y materializar los compromisos de transformación establecidos en el programa del gobierno, siempre en favor del pueblo y desde los territorios que hacen de Colombia una potencia de vida.
Tras hacer pública su carta de renuncia, Vélez compartió un mensaje en su cuenta de Twitter: “Nadie dijo que el cambio sería fácil, pero aquí nadie se rinde. ¡Fuerza Pueblo!”.
Se ha conocido que la decisión de la salida de Irene Vélez del ministerio fue acordada con el presidente Gustavo Petro desde Bélgica. Por esa razón, la filósofa decidió adelantar su regreso desde Europa a Bogotá el miércoles 18 de julio para preparar su salida del cargo.
Se especula que esta no será la única modificación en el gabinete, ya que se rumorean nuevos ajustes ministeriales en los próximos días desde los pasillos de la Casa de Nariño.
