Unidad por la ciudad y el departamento

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Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza

Necesidad importante y urgente, so pena de seguir erosionados en los intereses superiores de nuestros territorios, comunidades y dando pena en el concierto nacional, es recurrir a la unidad. Pensar seria y muy responsablemente en producir ciudad y departamento. Entender que lograrnos como tales requiere y es producto de diversos procesos demográficos, económicos, culturales, ambientales, sociales y políticos; dado que a su vez, procesos y actores que producen en y la ciudad y el departamento, son múltiples, lo que impone primeramente unidad de propósitos, encaminarnos hacia objetivos ciertos que nos hagan verdaderamente progresar, desarrollarnos, crecer, fomentar, robustecernos, potenciarnos y definitivamente impulsarnos integralmente en los cauces del bienestar y la prosperidad.

 

Tenemos que darnos cuenta de la importancia de nuestra dimensión sociopolítica, analizarnos en nuestra esencia y noción como unidad socio-territorial que requiere progresar y desarrollarse como práctica y producto. Que no alcanzaremos una real dimensión social, política ni ninguna otra de valía y significación mientras sigamos “gobernados” como venimos siéndolo en la ciudad y el departamento. Entender y comprender que ya basta de ensayos. Que los tenidos por 12 años en la ciudad y 4 en el departamento han sido más que nefastos. Preñados ellos de autoritarismo. Desconocimiento rampante de las propias realidades, necesidades y demandas de sus gentes. Absurdo populismo. Adversidades, Estancamiento, Desconcierto. Incertidumbre. Ineficiencia. Antidemocracia. Demagogia e ineficacia. Todo entre otras muchas calamidades que no podemos permitir se sigan repitiendo, lo que acontecerá de no enfocarnos en los intereses superiores de Santa Marta y el Magdalena, por lo que importa y se impone deponer apetitos personales y pensar con grandeza, en la verdad que interesa, y estamos a tiempo aún, de salvarnos de la debacle, lo que de no ser y hacerse como debiera, funestos seguirán siendo los daños, impredecibles las consecuencias e incierto nuestro porvenir.

 

Nuestras relaciones sociales y políticas no son las mismas. Están tanto desquiciadas como desvirtuadas, urgiéndose en manera importante reconquistarlas, reordenarlas, reconducirlas, en aras de procurarle mejores sendas a nuestros territorios, a ver si por fin, así dispuestos, podamos llegar más temprano que tarde y más pronto que después, con prisa y sin pausa, hacia los puertos seguros del tan esquivo progreso.

 

Nos apropiamos de lo nuestro con sentimiento de pertenencia o estaremos camino a ninguna parte. Pensemos en colectividad, sin que importen los modos diversos de ver las cosas y ponerlas sobre la mesa en situación de ideas, aportes y convergencia, para que luego de analizadas, capaces seamos de optar por las soluciones mejores en beneficio comunitario. Debe ocuparnos una grande acción colectiva, producir lo mejor para la ciudad y el departamento, resignificarnos, ir tras las prácticas mejores en democracia, ser mancomunados en nuestros propósitos y procederes, conceptuar, caracterizarnos, aproximarnos en los temas y propuestas importantes sopesar subjetividades y buscar que se hagan realidad los superiores objetivos políticos, que es lo que anhelan, claman y reclaman nuestros conciudadanos. rubenceballos56@gmai.com tw: @CeballosRuben56–Ing: @rubenceballos2021 *Jurista.

Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza*

Necesidad importante y urgente, so pena de seguir erosionados en los intereses superiores de nuestros territorios, comunidades y dando pena en el concierto nacional, es recurrir a la unidad. Pensar seria y muy responsablemente en producir ciudad y departamento. Entender que lograrnos como tales requiere y es producto de diversos procesos demográficos, económicos, culturales, ambientales, sociales y políticos; dado que a su vez, procesos y actores que producen en y la ciudad y el departamento, son múltiples, lo que impone primeramente unidad de propósitos, encaminarnos hacia objetivos ciertos que nos hagan verdaderamente progresar, desarrollarnos, crecer, fomentar, robustecernos, potenciarnos y definitivamente impulsarnos integralmente en los cauces del bienestar y la prosperidad.

 

Tenemos que darnos cuenta de la importancia de nuestra dimensión sociopolítica, analizarnos en nuestra esencia y noción como unidad socio-territorial que requiere progresar y desarrollarse como práctica y producto. Que no alcanzaremos una real dimensión social, política ni ninguna otra de valía y significación mientras sigamos “gobernados” como venimos siéndolo en la ciudad y el departamento. Entender y comprender que ya basta de ensayos. Que los tenidos por 12 años en la ciudad y 4 en el departamento han sido más que nefastos. Preñados ellos de autoritarismo. Desconocimiento rampante de las propias realidades, necesidades y demandas de sus gentes. Absurdo populismo. Adversidades, Estancamiento, Desconcierto. Incertidumbre. Ineficiencia. Antidemocracia. Demagogia e ineficacia. Todo entre otras muchas calamidades que no podemos permitir se sigan repitiendo, lo que acontecerá de no enfocarnos en los intereses superiores de Santa Marta y el Magdalena, por lo que importa y se impone deponer apetitos personales y pensar con grandeza, en la verdad que interesa, y estamos a tiempo aún, de salvarnos de la debacle, lo que de no ser y hacerse como debiera, funestos seguirán siendo los daños, impredecibles las consecuencias e incierto nuestro porvenir.

 

Nuestras relaciones sociales y políticas no son las mismas. Están tanto desquiciadas como desvirtuadas, urgiéndose en manera importante reconquistarlas, reordenarlas, reconducirlas, en aras de procurarle mejores sendas a nuestros territorios, a ver si por fin, así dispuestos, podamos llegar más temprano que tarde y más pronto que después, con prisa y sin pausa, hacia los puertos seguros del tan esquivo progreso.

 

Nos apropiamos de lo nuestro con sentimiento de pertenencia o estaremos camino a ninguna parte. Pensemos en colectividad, sin que importen los modos diversos de ver las cosas y ponerlas sobre la mesa en situación de ideas, aportes y convergencia, para que luego de analizadas, capaces seamos de optar por las soluciones mejores en beneficio comunitario. Debe ocuparnos una grande acción colectiva, producir lo mejor para la ciudad y el departamento, resignificarnos, ir tras las prácticas mejores en democracia, ser mancomunados en nuestros propósitos y procederes, conceptuar, caracterizarnos, aproximarnos en los temas y propuestas importantes sopesar subjetividades y buscar que se hagan realidad los superiores objetivos políticos, que es lo que anhelan, claman y reclaman nuestros conciudadanos. rubenceballos56@gmai.com tw: @CeballosRuben56–Ing: @rubenceballos2021 *Jurista.

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