El epicentro del temblor se localizó en San Juan de Arama, en el departamento del Meta, con una profundidad inferior a los 30 kilómetros.
El movimiento telúrico se registró a las 8:52 p. m., y usuarios en redes sociales informaron que fue sentido con fuerza en Bogotá y en otros 18 departamentos del país, incluyendo Meta, Cundinamarca, Tolima, Quindío, Boyacá, Huila, Guaviare, Risaralda, Casanare, Valle del Cauca, Santander, Caquetá, Cauca, Antioquia, Caldas, Guainía y Vaupés.
Este evento sísmico ocurre apenas un mes después de otro temblor de magnitud 5,7 que sacudió la capital el pasado 28 de mayo, cuyo epicentro se ubicó en Mesa de los Santos. El Servicio Geológico Colombiano ha explicado que Colombia es un país sísmicamente activo debido a la interacción de diferentes placas tectónicas en la región, especialmente en las costas.
Además, se destaca que existe un lugar en el país donde se registran sismos de manera frecuente. Se trata del Nido Sísmico de Bucaramanga, ubicado en el departamento de Santander, el cual representa aproximadamente el 60% de la sismicidad en Colombia.
Los expertos del SGC han indicado que los efectos de un sismo en la infraestructura y las personas dependen de la relación entre su magnitud y profundidad. A mayor magnitud y menor profundidad, mayor será el impacto.
A pesar de la intensidad del temblor y la sensación de temor en la población, hasta el momento no se han reportado daños significativos ni víctimas. Las autoridades continúan monitoreando la situación y haciendo un llamado a la calma, recordando a la población la importancia de estar preparados ante eventos sísmicos y seguir las recomendaciones de seguridad establecidas.
