Por José Manuel Restrepo
Próximos a cerrar primer semestre del 2023, y ya habiendo recibido las previsiones del Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2023, bien vale la pena hacer un balance de comparación contra lo sucedido anteriormente y en especial el año 2022, así como contra las previsiones que se tenían en al marco fiscal y plan financiero anterior.
En las grandes cifras macroeconómicas Colombia logró finalmente romperle el espinazo a la inflación anualizada y obtener que ésta comenzara a decrecer. Si bien el marco fiscal aumentó el déficit fiscal que se tenía previsto a mediados del año pasado para 2023 y que era lograble, aún sin la nueva reforma fiscal, dicho dato muestra una tendencia decreciente luego de 2 años de pandemia y confirma una senda positiva de ajuste fiscal. Mejora significativamente el balance en cuenta corriente y Colombia sigue en la senda de reducir la pobreza y el desempleo. En materia de crecimiento, aunque se confirma su desaceleración, aquel está siendo mucho más alto de lo previsto. En síntesis, muy buenas noticias de empleo, crecimiento, balance fiscal y de cuenta corriente así como en resultados sociales, de pobreza y seguramente de equidad. Si estuviésemos en el colegio, Colombia saca buenas notas en macroeconomía.
Ahora bien, en lo microeconómico vamos perdiendo y camino a rehabilitar la materia. A los sectores de industria y comercio les está yendo mal. En ambos casos caídas en producción y ventas de entre cerca del 7 y el 8 %. Pero peor aun con una tendencia decreciente en ambos casos que aún no llega al piso. Comparado lo anterior con crecimientos en el 2022 de entre el 12 y el 15 %. Pero la cosa no para allí. Sectores de turismo y vivienda muestran números difíciles. En sólo mayo la construcción de nueva vivienda VIS cayó 66 %. Cinco meses consecutivos en este año de caída en las exportaciones luego de cifras récord en 2022 y una inversión extranjera directa que según el Banco República cayó un 10,9 % en el primer trimestre del 2023.
A manera de recomendación y luego de las marchas, se necesita mucha más escucha, dialogo directo y construcción colectiva entre gobierno y los sectores de la economía y la conciencia de que sin motivar los sectores productivos las cifras macro irán en retroceso.
Parafraseando expresiones del pasado “La macroeconomía va bien pero la microeconomía va mal”.