Durante años, los residentes de Pescaíto han sufrido las consecuencias de un sistema de alcantarillado inadecuado que no puede hacer frente a las fuertes lluvias y el aumento de la población. En cada temporada de lluvias, las calles se convierten en auténticos ríos de agua contaminada, lo que pone en riesgo la salud de los residentes y la salubridad del entorno.
La situación se agrava aún más por la falta de mantenimiento y la obstrucción de las tuberías de alcantarillado, lo que impide un drenaje adecuado. Esto provoca el desbordamiento de aguas residuales, creando charcos y encharcamientos que se convierten en criaderos de mosquitos y otros insectos, incrementando así el riesgo de enfermedades transmitidas por vectores.
Los residentes de Pescaíto han expresado su frustración y preocupación por la falta de soluciones permanentes por parte de las autoridades locales. A pesar de los múltiples reclamos y peticiones, el problema persiste, afectando la calidad de vida de las familias y el desarrollo del barrio.
Ante esta situación, algunos residentes han tomado medidas por su cuenta, tratando de mitigar los efectos negativos del agua de alcantarilla en las calles. Han instalado barreras improvisadas para contener el agua y han llevado a cabo jornadas de limpieza comunitaria para eliminar los residuos y minimizar los riesgos sanitarios. Sin embargo, estas acciones son solo soluciones temporales y no abordan el problema de raíz.
Las autoridades locales han prometido tomar medidas para abordar esta situación. Se han anunciado inversiones en mejoras del sistema de alcantarillado y en programas de concientización sobre la importancia de un adecuado manejo de los residuos sólidos. Sin embargo, los residentes de Pescaíto esperan que estas promesas se conviertan en acciones concretas y que se resuelva el problema de una vez por todas.
