En materia de comercio electrónico, se espera que el crecimiento en las ventas aumente hasta en un 15 % para esta fecha. Esta es una modalidad de transacciones que creció con la pandemia y se ha mantenido por la comodidad que le brinda a los consumidores.
Los productos más populares para este día incluyen flores, ropa, perfumes y productos electrónicos como: tabletas y teléfonos inteligentes, elementos de cuidado personal e incluso productos del hogar.
Según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), cada vez más consumidores están optando por regalos personalizados, como joyas grabadas o productos artesanales. Las plataformas de comercio electrónico más populares son Mercado Libre, Linio, Falabella y Amazon.
“Estamos en crecimiento dinámico, Colombia tiene penetración por encima del promedio mundial, somos el cuarto país en el mundo con mayor registro en ventas de comercio electrónico, después de Argentina, Brasil y México”, afirma Nicolás Gómez, experto en marketing y coordinador del Programa de Marketing Digital de Executive Education, de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes.
Asegura, sin embargo, que, si bien el comercio electrónico viene experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, recientemente, ese crecimiento ha presentado una desaceleración sustancial.
“El e-commerce en el país, sigue incrementándose a diferencia de otros sectores, las dinámicas de bancarización crecientes y el alto nivel logístico, han sido dos factores definitivos. Antes, mercados como el del cuidado personal registraban crecimiento anual por encima de 135 %, actualmente registran hasta un 20 %”, dice.
También ha ido ganando terreno el comercio social, que es el que combina las compras en línea con el manejo de redes sociales.
Al compartir productos que les gustan y recomendarlos a sus amigos y seguidores, los consumidores pueden influir en las decisiones de compra de otros usuarios y crear una comunidad de compradores leales. Esta nueva forma de comercio electrónico está transformando la manera en que las empresas interactúan con sus clientes.
Así mismo, son cada vez más comunes las tiendas de experiencias, aquellas en las que el cliente prueba el olor de un perfume o la textura de un producto, pero no lo puede adquirir para llevar inmediatamente. “Es un tipo de compra más personalizada y socialmente conectada”, agrega el profesor Gómez.
