Cada día sorprende más el trabajo ambiental que viene desarrollando la multinacional Cerrejón en las áreas vecinas al complejo minero más grande a cielo abierto de Latinoamérica, con actividades para alargar en el tiempo la presencia de muchas especies de animales que están en riesgo de extinción, pero también como ahora, cuando muestra el resultado de un trabajo ambiental de años donde se ha estado protegiendo un importante área que es cuidada con esmero y hoy exhiben con orgullo los resultados.
En ese laboratorio de Cerrejón se han registrado 115 especies de bosque seco tropical. El proyecto consta de una plataforma de diez hectáreas, donde centímetro a centímetro, se han registrado más de 17.900 árboles, los cuales se encuentran debidamente marcados e identificados para su seguimiento y monitoreo.
Es fácil localizar el laboratorio de bosque seco en los alrededores de la mina. Sobresale el amarillo de la especie nativa puy y de esa misma especie hay uno con flor morada tan bella como la primera, pero para los entendidos, la corona de este reino vegetal la tiene el carreto. Una especie que por ser la madera más fina y resistente de la creación ambiental, le llegó su gran amenaza de extinción y hoy en Colombia, la mayor parte de los árboles de carreto están justamente en La Guajira en este laboratorio que es protegido por Cerrejón y que tuvo desde sus inicios la asesoría de los más consagrados en la materia como es el caso del instituto Alexander Von Humboldt.
Este predio no es solamente el mejor laboratorio de bosque seco del Caribe, sino de todo el País y, según el ingeniero Luis Francisco Madriñan, uno de los más notorios del mundo.
En él se han contabilizado no más de 50 parcelas de bosque seco tropical. Esta es una de las mejores y una de las pocas que quedan en América, donde antes hubo bosque seco tropical desde México hasta Venezuela, pero ahora solo quedan pocos rezagos que se resisten a entregarse a la agricultura y principalmente a la ganadería, que ahogó cerca de tres millones de hectáreas de este bosque, Según Madriñan.
El laboratorio permite comprender la función, dimensión, estructura, evolución y características generales de las especies monitoreadas para fortalecer las acciones de conservación y restauración que realiza la empresa.
No está en zona de recuperación de minería, sino que hace parte de un bosque joven que la empresa encontró hace cerca de 40 años y decidieron no tocarlo, sino permitirle que creciera con todas las ventajas de ser área en la que la presencia del hombre no es permanente.
Dentro de los principales objetivos de investigación a desarrollar en el marco de la megaparcela, se tiene el comprender la dinámica y respuestas del sistema natural al cambio climático, establecer metas y orientar los procesos de rehabilitación y restauración ecológica en el país.
Además del laboratorio del bosque seco tropical, la compañía ha realizado otras iniciativas para la protección de este ecosistema como la siembra de más de 2 millones de árboles nativos, más de 4.900 hectáreas de áreas en rehabilitación, el establecimiento de acuerdos de conservación y la creación de la red de viveros de bosque seco más grande de La Guajira. El principal propósito de Cerrejón es contribuir a la conformación de un corredor biológico de más de 25.000 hectáreas entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá.
