Llegó diciembre con su alegría, y consigo, un anuncio del Ministerio de Salud de una donación de Japón por más de 25 mil vacunas contra la viruela símica.
Al confirmarse la donación, la ministra Carolina Corcho canceló la compra de vacunas que había dejado lista la anterior administración con la Organización Panamericana de la Salud, entre otras cosas, argumentando que la cláusula de indemnidad no era conveniente.
El ministerio no aclaró que la OMS aprobó estas vacunas solamente para menores de 18 años y que la donación no buscaría inmunizar a pacientes de alto riesgo, sino adelantar un ensayo aleatorio para probar su eficacia en personas mayores de edad.
Tampoco hay un cronograma claro para el inicio del protocolo de investigación. Mediante un derecho de petición, el Ministerio le contestó al Representante a la Cámara Andrés Forero, que “el protocolo aún está en construcción con los investigadores miembros del Grupo de Cooperación” el cual debe ser autorizado por la Organización Panamericana de la Salud y el Ministerio de Salud de Japón.
Esta noticia cobra más relevancia ya que en las últimas horas la Secretaría de Salud del Tolima ha adelantado una investigación para determinar si un hombre de 26 años murió de viruela símica en Ibagué.
