La FIFA anunció que los últimos cuatro encuentros del Mundial se jugarán con un balón diferente. La marca que lo comercializa ha presentado Al Hilm, que será el utilizado en las semifinales y la final del torneo. Sustituye a Al Rihla, el anterior esférico utilizado durante el campeonato. Al Hilm, que en árabe significa “el sueño”, toma el relevo del que ha sido hasta el momento el balón oficial. “La pelota presenta los últimos avances en diseño de balones y la misma tecnología vinculada de Adidas que contenía Al Rihla y que durante este Mundial ha ayudado enormemente a los árbitros a adoptar decisiones con más rapidez y acierta”, contó la FIFA.
El comunicado insiste en la importancia que a nivel tecnológico ofrece este balón: “Junto con los datos de posición de los jugadores, esta innovación ofrece al equipo arbitral de vídeo información al instante para optimizar la toma de decisiones y contribuir a que los aficionados disfruten del juego con menos interrupciones. La nueva tecnología combina la inteligencia artificial con los datos que proporciona la unidad de medición inercial (IMU, por sus siglas en inglés) situada en el centro del balón. Como está vinculada al sistema semiautomatizado para la detección del fuera de juego, permite comprobar el momento exacto en el que se juega la pelota en situaciones muy ajustadas de posición antirreglamentaria”.
Es la quinta vez en la historia de los Mundiales que se utilizan dos balones diferentes dentro de un mismo torneo, aunque solo sea por diseño. El avance de la pelota y las diferentes formas y colores han hecho que pasen a ser icónicos y parte de la historia del Mundial. Este de Qatar tendrá la particularidad de ser recordado por sus dos balones, primero Al Rihla y desde semifinales Al Hilm. / AFP
