Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza
Es nuestro centro histórico una de mis preocupaciones y me ha dado el Gran Arquitecto del Universo la oportunidad de visitar muchas ciudades, algunas de ellas antiguas y ver su buen y mejor funcionamiento que bien querría para nuestra ciudad y es una de las razones por la que cada cierto tiempo recurra el tema, más hoy que nos acercamos a los 500 años de nuestra fundación por Occidente y especialmente por cuanto el problema del centro histórico es una manifestación del cambio urbano y de los desequilibrios en el espacio interno de Santa Marta.
La protección y recuperación de nuestro centro histórico debe ser abordado desde ángulos, aristas diversas. Hacer del mismo una recuperación más eficaz, en términos sociales, encararlo desde una perspectiva integrada, que es una práctica de actuación no muy frecuente. Es entender que los cambios en el modelo de poblamiento obligan a plantear en nuevos términos en la cuestión de su funcionalidad, ya que el aislamiento del problema y su tratamiento al margen de los cambios en la funcionalidad, puede ser una de las mayores limitaciones de las políticas de protección y recuperación a ser desarrolladas.
No perdamos de vista que nuestro centro histórico en muchos lugares sufre degradación, difícil accesibilidad y baja calidad de vida, es decir, constituyen unos lugares que en principio no son atractivos para vivir y al mismo tiempo, los centros históricos son las zonas de la ciudad más diferenciadas, originales, propias, que contienen lugares y elementos culturales y demás; es decir, son las zonas que distinguen a unas ciudades de otras.
Importa que se siga trabajando para la buena recuperación de estos lugares, para que los mismo vuelvan a tener un carácter especial, y recuperen su atractivo para la población y visitantes; más, por cuanto somos o nos preciamos de ser una ciudad turística, lo que impone obliga a evitar una mayor degradación como la progresiva expansión y desordenada urbanización de la ciudad, haciendo de esta un lugar cada vez más distanciado, separado e inaccesible para los transportes públicos y el peatón.
Se trata que se adelanten y realicen políticas adecuadas de recuperación, que no sean nocivas para estos lugares, lo que acrecienta aún más los problemas propios que acusan. Es claro que la situación actual es complicada, pero que no debe ser para que se lleven a cabo los procesos de mejora que el centro histórico de la ciudad requiere; y si es muy difícil acarrear grandes inversiones, se ha de apostar por la mejora paulatina y continua de estos lugares, sin abandonarlos a su suerte como ha ocurrido en muchas ciudades, y sin olvidarse de ellos totalmente, utilizando el presupuesto o parte de él que la administración destina a otras inversiones en la ciudad menos necesarias a corto plazo y que requieren grandes cantidades de dinero como son grandes inversiones en la realización de proyectos, los cuales en muchas ocasiones acaban siendo solamente beneficiosos para una mínima parte de la población.
La administración ha de conseguir la realización de buenos proyectos y estudios que saquen a estos lugares del problema en el que se encuentran en la actualidad, y consigan que vuelvan a ser lugares admirados y bien vistos tanto por la propia población como por la población visitante. Cabe destacar que los resultados del ciclo de la recuperación urbana han sido, sin duda, menos satisfactorios de lo esperado, debiéndose a toda costa realizar esfuerzos importantes y que la situación del centro histórico, aun cuando subsistan problemas importantes, es de suyo real y verdaderamente más favorable. Es su recuperación y revitalización funcional uno de los grandes retos administrativo público; y, para avanzar en esta dirección no queda otra alternativa que instrumentalizar políticas donde estén mejor conectadas estrategias, planes, proyectos y programas, ruta que también permitirá reforzar el compromiso social con la conservación activa del patrimonio cultural. De esta manera, el centro histórico podrá seguir siendo una realidad multifuncional y alimentar así centralidades como la turística y la cultural y desempeñar un papel relevante en nuestra actual estructura urbana. rubenceballos56@gmail.
