Durante una sesión de imputación de cargos a un hombre que había sido capturado por hechos desconocidos, la funcionaria de la Rama Judicial encendió su cámara sin darse cuenta mientras estaba en su cama semidesnuda y con un cigarrillo en la mano.
Ante el vergonzoso hecho a Vivían se pronunció
“La jueza está destrozada, estuvo llorando todo el tiempo. Ella me dice que ha sido diagnosticada con síndrome de depresión y ansiedad. Lloraba y lloraba. Asegura que lleva encerrada tres años en su casa, porque ha sido víctima de amenazas de muerte. Tiene escoltas, no sale de su domicilio y por eso estaba despachando en la audiencia desde su casa”, afirmó Morales, quien además confirmó que el diagnóstico de su síndrome fue corroborado por una clínica.
La jueza, que anteriormente había sido víctima de las críticas por las fotos que compartía en su cuenta de Instagram, apagó de inmediato la cámara, sin embargo, el registro quedó a la vista de todos los internautas.
