Por Hernando Fernández de Castro
Las manifestaciones del señor Presidente Gustavo Petro en los foros internacionales a los que ha acudido en calidad de Primer mandatario de los colombianos, refleja el pensamiento ideológico de un romántico, o sea, de ser partidario o representar en pleno Siglo XXI las ideas del Romanticismo Político, movimiento que surgió en el mundo a mediados del Siglo XIX tanto en Europa como en las américas, que abrigó temas como el de las artes, la cultura y la política, ideas en la que impera el subjetivismo, la fantasía y el sentimiento, en contraposición a la razón o la realidad, como elemento fundamental de su desarrollo, pues coloca la personalidad del individuo por encima de todo y llega a convertirse en idealismo político, que promueve la primacía de las ideas sobre la realidad, el deber ser, sobre lo que realmente es.
Además el Romanticismo político, demostró, como hoy lo hace nuestro Presidente, un interés por la naturaleza, pregonaba el individualismo, dejando de lado las reglas y las normas impuestas por los sistemas que regían las relaciones individuales y sociales de su época.
Los gobernantes, son escogidos por sus pueblos, para que gobiernen, para que administren los recursos del Estado en beneficio de la sociedad, para que impongan las reglas que garanticen la convivencia pacífica, como lo ordena nuestra constitución, el idealismo político, hoy no tiene cabida en un mundo totalmente globalizado, dondeinfortunadamente, se impone el comercialismo, el capitalismo y las relaciones internacionales se fundan en convenios, como los Tratados de Libre Comercio, que garantizan el intercambio comercial libre entre países, que traen como consecuencia la transculturización de las naciones.
El señor Presidente Petro debe ser menos locuaz y más efectivo en su incipiente gobierno, si bien, es una costumbre comenzar a medir la gestión de un gobernante a los cien días de su inicio, a mí no me parece un tiempo suficiente para lanzar una opinión sobre una gestión que debe durar cuatro años, pero si es importante analizar las expresiones y actitudes del gobernante frente a los problemas nacionales, cosa que hasta el momento no hemos visto.
Las políticas públicas, se deben fijar para que se cumplan en un tiempo futuro, dentro del periodo presidencial, esta es la única manera de gobernar, no es planteando ideas y reformas permanentemente que crispan a la opinión pública a los sectores productivos y ala población en general como se debe administrar.
El Presidente de la República es el principaladministrador de la cosa pública en Colombia, pues es la cabeza indiscutible de la Rama Ejecutiva, que es la que administra los recursos públicos y para poder hacer esto bien, el gobernante se debe sentar en la realidad del país y para la toma de decisiones, debe considerar en primer lugar, cuales son los problemas que aquejan a nuestra sociedad, cuales su posibles soluciones y con cuántos recursos económicos cuenta para iniciar las acciones gubernamentales en busca de solucionarlos.
Esto, en otras palabras, es ser realista o entender el realismo político, que se basa en conocer los hechos, cuales son las oportunidades de ejecutar programas que busquen la solución a los problemas, dejando de lado los dogmatismos y la visión ideal de la sociedad.
El Primer mandatario debe ser práctico, oportuno, eficaz y eficiente en su gestión, para eso lo eligen, una cosa es ser candidato y otra ser gobernante, el primero puede utilizar el idealismo como herramienta de campaña, pero el segundo tiene la obligación de trabajar en base a las realidades del país, de lo contrario nos llevará por el despeñadero de la debacle económica que podría desembocar en un problema social y político de dimensiones incalculables.
Yo soy un optimista por naturaleza y creo en las buenas intenciones del Presidente Petro, pero es hora que se siente y tome el toro por los cachos y administre los recursos del Estado en beneficio de los colombianos, la reformitis y la proliferación de leyes, no resuelven nuestros problemas, estos requieren la atención del primer mandatario al 100% de su tiempo así como el de todo su gobierno
sin retórica y si con mucho realismo.
