La visita de Petro a Aracataca

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Una mariposa amarilla abrió sus alas al ritmo de la música, alegrando la antesala a la jornada de cambio que se vivió este jueves en Aracataca.

Aún había sol, unos 30 grados a la sombra, pero eso no detuvo a Iris Rá, la artista encargada de representar el baile de las mariposas amarillas de Mauricio Babilonia.

Ese aleteo que iba y venía por el escenario estaba acompañado de las palmas de alrededor de cuatro mil asistentes, quienes esperaban ansiosos por la llegada del presidente de la República, Gustavo Petro, para dar inicio oficial a la presentación del programa Preventivo y Predictivo, que se enfocará en prevenir la enfermedad en Colombia, una deuda que ha hecho camino.

Unos minutos después, luego de escuchar el sonido de los helicópteros Black Hawk que lo traían, el presidente, acompañado de la ministra de Salud y Protección Social, Carolina Corcho Mejía, arribó al escenario. Los aplausos, gritos y los asistentes de pie, dieron paso al inicio de la jornada, mientras en el fondo sonaba la voz de la presentadora, pidiendo que los asistentes pusieran en silencio sus celulares y procuraran mantenerse sentados.

El primero en dar las palabras fue el alcalde de Aracataca, Luis Emilio Correa, quien destacó las necesidades de seguir fortaleciendo el sector salud, entre otras peticiones dirigidas directamente al presidente.

Luego, el turno fue para el gobernador de Magdalena, Carlos Caicedo, quien también relató una serie de acciones realizadas en torno a la salud en el departamento.

Tras finalizar la intervención de Caicedo llegó la oportunidad para que líderes sociales del sector salud hablaran sobre el programa, las necesidades y los desafíos de Colombia en esta materia, que claramente están reconocidos por este Gobierno, y que evidentemente se enfrentarán.

La primera en hablar fue Benerexa Márquez Malo, mayora arhuaca, quien mencionó que la apuesta del Gobierno es retadora para desarrollar la salud propia de las comunidades indígenas de Colombia. Esto, a través de fortalecer “los conocimientos milenarios de los cuales nos hemos valido para tener salud”.

Posteriormente habló Francisco Castellanos, líder del sector salud y quien dirige la Organización Defensa del Paciente, reconocida en Colombia por velar por la protección del derecho a la salud en todos los territorios y sin distingo de clase, color o nivel social. “La salud debe llegar a los rincones del país como ya se está haciendo con este Gobierno”, apuntó Castellanos.

Llegó el turno para la ministra. La presentadora anunció a Carolina Corcho Mejía, los aplausos sonaron y la jefe de la Cartera se levantó de la silla que estaba al lado del presidente Petro.

Dio once pasos hasta desplazarse al atril principal. Agradeció y saludó a la mesa principal y a los asistentes, a las organizaciones sociales, a los profesionales de la salud, a las comunidades indígenas y a otros actores del sector de la salud, y empezó: “Es muy importante entender el símbolo que significa que este programa de salud preventiva lo presentemos en Aracataca”.

Lo decía, al recordar las reivindicaciones de los bananeros en 1928, las cuales se enfocaron en una reforma de los servicios médicos y la construcción de letrinas, básicamente, salud pública, lo cual mostró que hoy y hace casi un centenar de años este reclamo ha acompañado la realidad de los colombianos.

Al avanzar en su exposición y como si se tratara de una historia macondiana, en la que las situaciones salen de la nada o como por arte de magia, el cielo se abrió y bañó este anuncio, cargado de apuestas por el bienestar de los colombianos.

La lluvia, inclemente por momentos, ni siquiera provocó amagues para que los asistentes abandonaran el lugar.

Por el contrario, mientras más duro llovía y la ministra templaba su voz para llegar a los corazones de los asistentes y de quienes veían el evento a través de los canales oficiales del Gobierno Nacional, estos permanecían atentos, conscientes de que el cambio se estaba anunciando y de que algo bueno estaba pasando en este pueblo.

“Este sistema de salud tiene que volver a una vocación de prevención”, expresó la ministra Corcho, dejando clara la apuesta nacional. La tormenta se hizo más fuerte, mostrando en solo unos pocos minutos, cómo el cambio climático, que también impacta los determinantes sociales de la salud, se hacía presente en la jornada.

La ministra hizo una pequeña pausa y quienes seguían la transmisión por los canales oficiales pudieron darse cuenta de que al fondo susurraba el sonido de la lluvia. Los asisten no perdieron de vista a la ministra, quien continuó nombrando los territorios que empezaron a darle forma al programa Preventivo y Predictivo con el que se priorizará la prevención en todo el sistema de salud.

Magdalena, Antioquia, Bogotá, Pasto, Quindío, Valle, Cali, Boyacá, Medellín, Cundinamarca, Coyaima, Villavicencio, Manizales, Vaupés, enlistó la ministra, lo que provocó una mezcla sonora de aplausos que se mezclaban con el ruido que provoca la lluvia al caer.

Para finalizar su intervención, de al menos nueve minutos, la jefa de la cartera de Salud planteó la importancia de la misión médica, los retos que vienen para la segunda etapa del programa y la necesidad de que todos los actores se enfoquen en cumplir con un mismo destino: “Que renazca la salud pública” en Colombia.

Tras la intervención de la ministra Corcho, el turno fue para el presidente Petro, quien planteó una radiografía de la salud, las debilidades del sistema y los retos que, como país, se deben enfrentar.

Entre las frases más emotivas, el primer mandatario advirtió que este programa no mirará a las personas como un potencial cliente del mercado de la salud, sino como una persona, sin revisar el bolsillo del paciente o que tantos privilegios tiene.

“No es un objeto del negocio, sino un sujeto del derecho “, afirmó ante las personas que asistieron al evento y que, mientras la lluvia seguía retumbando en la escena, ellos, como actores principales de nuestra sociedad, seguían atentos a esta presentación, que deparará en la prevención como una hoja de ruta de la nación.

Tras una serie de anuncios y de mensajes en torno a la mercantilización en la que ha estado sometida la salud, el presidente, tras tomar sus notas, algo mojadas con la lluvia, finalizó su intervención llamando a los colombianos a volcarse a proteger el sistema para que, de esta manera, se convierta en un sistema que genere vida y no muerte y así Colombia sea una potencia mundial de la vida.

Así, pues, transcurrió una tarde cataquera del primer jueves de noviembre, que marcará los pasos de la salud en Colombia y de la protección de la vida. Una lluvia de cambio para la salud colombiana cayó en Aracataca.

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