Por: Rubén Darío Ceballos Mendoza
La importancia de los centros históricos, que es mucha, estriba principalmente en su capacidad para generar fuentes de empleo, aupar positivamente al turismo, la cultura y múltiples beneficios sociales. El desarrollo territorial se palpa como una alternativa para alcanzar un desarrollo integral de estos espacios. Muchos ejemplos de éxito son mencionados cuando se enuncian sus alcances, que se potencian cuando convergen la participación activa de la sociedad, su sentimiento de pertenencia y se tiene una definida visión de conjunto.
Es claro, como demostrado ha sido, que el desarrollo territorial y su acercamiento integrador es generan progreso, ya que ofrecen múltiples oportunidades para lograr exitosas contribuciones junto con las vocaciones y la identidad. Existen múltiples alternativas para que se mejoren las condiciones todas de los centros históricos y una gran cantidad de información referente a metodologías y casos de éxito que pueden utilizarse en dicha dirección.
Representan ellos, los tan necesarios y representativos centros históricos, una oportunidad para el desarrollo, debiendo desarrollarse obligatoriamente estos espacios dada su inmensa importancia, relevancia y concepto entre otros aspectos, con proyectos que trascienden y de paso ofrezcan nuevos enfoques y derroteros para su óptimo aprovechamiento, destacando acciones integrales desde la arista del desarrollo territorial, en lo que deben contemplarse propuestas tales como mejorar localidades, comunas y barrios; potenciar el turismo urbano y rural en las más de sus facetas; ampliar la oferta museográfica; la gastronomía tradicional sin que ello implique olvidar las cartas nacional e internacional, la animación a través de la cultura, la perspectiva y visión de clústeres y demás otras estrategias que agreguen integrales prosperidades, a efecto de apuntar con tino hacia estructuraciones y desarrollos de orden principal que generen sí o sí propuestas concretas e integrales de intervención para lograr exitosas contribuciones a la potenciación de nuestro centro históricos, donde no debe jampas ni nunca, como hasta hoy ha sido, olvidarse las vocaciones y la identidad que se pueden rescatar, iniciar, reiniciar, construir desde lo incipiente o cambiar de ser necesario.
En cuanto al desarrollo territorial, como líneas arriba apuntábamos, los centros históricos, como mostrado y demostrado está en las más diversas latitudes del mundo, permiten dar respuestas, contundentes en muchos casos, a problemáticas complejas, ya que cuenta lo cual con múltiples recursos que permiten abarcar diversas dimensiones de desarrollo como el humano, ambiental, económico, social e institucional, al apuntar a la expansión de las capacidades y condiciones asociadas a un área geográfica particular en donde viven personas que comparten historia, cultura, aspiraciones, medios sociales y políticos, un ambiente con sus respectivos recursos naturales, medios productivos, económicos y de infraestructura que requieren ser encadenados para potenciar el desarrollo.
El término desarrollo territorial remite al territorio como escenario para el desarrollo. Se refiere a un proceso integral que conjuga variables económicas, políticas, ambientales, sociales, institucionales y culturales, que se pone en marcha en un espacio geográfico determinado para estructurar un proceso de desarrollo en forma sistémica. En este sentido, la unidad espacial trasciende la noción de territorio como unidad administrativa, lo que da lugar a la identificación más flexible de nuevas entidades territoriales de referencia.
La evolución de lo que hoy conocemos como importancia y puesta en valor de los centros históricos aglutina un mosaico diverso de ideas y conceptos que han permitido su rescate, renovación y adaptación, mediante diversas teorías y metodologías, sentido en el cual el desarrollo territorial y su acercamiento integrador ofrece múltiples oportunidades para lograr exitosas contribuciones al desarrollo de los centros históricos. Vocaciones e identidad es la oportunidad de ofrecer diversidad y diferenciación a los centros históricos como productos no solo turísticos sino de significado para la población en general.
Existen múltiples alternativas para mejorar las condiciones de los centros históricos y una gran cantidad de información referente a metodologías y casos de éxito que pueden adaptarse siempre y cuando contemplen y respeten a la población local integrándose y al mismo tiempo ganando su atención y esta se involucre en los proyectos. rubenceballos56@
