Las autoridades determinaron que se trató de una falsa alarma y descartaron la presunta amenaza de bomba.
Al parecer al automóvil le habían hecho un cambio de aceite recientemente y el olor de los químicos alertó a la comunidad. Los caninos de la Policía olfatearon el carro con resultado positivo, al parecer por los químicos.
Posteriormente, luego de la inspección por parte de los uniformados se concluyó que no había ningún tipo de peligro.