Los caminos hacia la región cafetera de la Sierra Nevada de Santa Marta son cada vez más intransitables, si bien por las propias características topográficas de la zona existe una dificultad preexistente para el tráfico de vehículos, la segunda ola invernal del 2022 ha agravado la situación, hasta el punto de poner en riesgo la cosecha y la salida del grano a partir del mes de octubre.
Las afectaciones en gran medida se registran en el área rural de Ciénaga; las veredas Los Moros, Aguas Lindas, Alto Córdoba y Bajo Córdoba, están incomunicadas por los deslizamientos y caída de gigantescos árboles que obstruyen la vía. Allí las fuertes precipitaciones han devastado las plantaciones de café tumbando prematuramente el grano.
Y aunque anualmente la temporada de la producción está acompañada por lluvias, en esta oportunidad los estragos han sido mayores.
“Todo el gremio está muy unido buscando la asistencia del gobierno del Magdalena y las alcaldías de los municipios de Santa Marta, Ciénaga, Aracataca y Fundación, porque la idea es que estos entes nos ayuden porque ya estamos corriendo para la recolección de la cosecha”, concluyó Álvarez.
Para el trimestre de junio-julio-agosto, que aún no acaba, las lluvias fueron estimadas por el Ideam que serían superiores al 30%, por encima de los promedios históricos en gran parte de las regiones Caribe y Andina; así como, en el sur de la región Pacífica y los piedemontes Llanero y Amazónico.
De acuerdo con el Comité, en el Magdalena son 4.914 las familias que se dedican a la caficultura, y esta actividad genera 11.350 empleos directos.
