Por Hernando Fernández de Castro
El próximo siete de agosto, comienza el periodo de cuatro años de la presidencia del doctor Gustavo Petro, persona por la cual votó la mayoría de los electores que concurrieron a las urnas el 19 de junio de este año, que lo habilita como el mandatario de todos los colombianos para ese periodo, sin embargo es importante considerar que esto no significa que cuente con la mayoría del potencialelectoral de los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país, que es de 39,002-239 personas, si miramos que por el doctor Petro, sufragaron11,281.013 colombianos y colombianas, esto apenas representa un 30% del 100% del potencial electoral.
Con esto no estoy deslegitimando el triunfo del doctor Petro, pero si es un recordéis a su círculo más cercano, que parece pensar que por su jefe voto la gran mayoría de los colombianos, cuando esto no es así. Al escuchar a los senadores Roy Barrera, Cepeda, y muchos otros, diciendo que van a hacer y deshacer como si tuvieran un mandato para refundar a Colombia, nos causa una gran consternación pues de seguir por ese camino, muy seguramente, van a sumergir al país, si Petro lo permite, en un caos ideológico, político y administrativo jamás visto en nuestra historia, que traerá como consecuencia debilidades económicas que no permitirán al señor Presidente cumplir con el cúmulo de promesa electores que lo llevaron al poder y a poner en riesgo la estructura jurídica e institucional del Estado.
Pareciera que en vez de Colombia haberelegido un presidente, tuviéramos variosmandatarios. El Presidente Petro tiene y debe tomar el timón del Estado y no dejar que sean sus amigos electorales, en transe desde ya como candidatos futuros, los que anuncien cambios y recambio que en nada van a favorecer su gestión como gobernante.
Colombia es una democracia y las funciones de las distintas ramas del poder público están muy bien delimitadas en la Constitución, que las establece claramente en su artículo 115, al determinar que el gobierno nacional está compuesto por el Presidente sus ministros y los jefes de los Departamentos administrativos. Los parlamentarios por muy amigos que sean del gobernante, no hacen parte del gobierno y flaco favor le hace a este, pregonandocambios para satisfacer sus egos y aspiraciones políticas futuras.
El doctor Petro debe tomar el toro por los cachos y no permitir que sus aliados de campaña, hablen en su nombre como si fuesen jefes de Gobierno. El arte de gobernar, el saber gobernar que tiene como finalidad principal, la satisfacción de las necesidades de la sociedad, en obediencia a lo que dice el artículo 2 de muestra constitución. Por eso no puede el primer mandatario de Colombia,permitir que sus amigos lo utilicen desde ya,como punta de lanza de campañas políticasfuturas. Su verdadera responsabilidad es con todos los colombianos y colombianas y no con sus posibles sucesores.
Sus coequiperos de campaña pueden llegar a ser los peores enemigos de su gobierno, si no les pone un “tatequieto” a tiempo. Una cosa es hacer política de oposición y campaña presidencial y otra muy distinta gobernar bien, con acierto y en beneficio de todos.
Reformar por reformar es reformismo, que solocausa destrucción desazón y caos en un país.El próximo mandatario de Colombia una vez se posesione, deberá enfrentar muchos problemas que golpearan nuestra sociedad, desde ya se vislumbra una recesión de la economía mundial, los rezagos de la pandemia todavía se sienten, el asesinato de policías esta al orden del día, si bien le entregan un país con crecimiento y recuperación económica, son muchas las necesidades por resolver en Colombia y para eso requiere trabajar con juicio, ponderación, empatía y sujeto a la Constitución y la Ley.
