El proceso que se lleva a cabo en contra del empresario Enrique Vives Caballero por presuntamente atropellar a siete jóvenes, donde seis de ellos murieron, parece ser que podría tomar un nuevo rumbo y le daría un verdadero giro de 180 grados, inesperado para la familia de las víctimas.
Recientemente se conoció que, al parecer, en el proceso investigativo que lleva a cabo la Fiscalía General de la Nación desde la ciudad de Bogotá en coordinación con la Seccional Magdalena, hay inconsistencias en la prueba de alcoholemia que se le practicó.
Por lo anterior, los abogados que lo defienden se encuentran haciendo todo lo posible por liberarlo de una condena y pueda recobrar su libertad en los próximos meses.
EL POSIBLE ERROR
En la madrugada y durante la mañana del pasado 13 de septiembre del año 2021, día en que se registró el fatídico accidente de tránsito en la Troncal del Caribe, cerca de la entrada a Gaira, la Policía de Tránsito le hizo varias pruebas de alcoholimetría a Enrique Vives, las cuales determinaron que se encontraba en grado tres de embriaguez. Con lo anterior, todo indicaba que el empresario pagaría varios años de cárcel.
Ocho meses después, cuando aún no se define el futuro de Vives Caballero, se conoció que, según la defensa del empresario, no se le practicó una prueba de alcoholemia en Medicina Legal, o por lo menos no durante los actos urgentes, ya que para esos días se internó en la clínica Perfect Body Medical Center.
La Policía de Tránsito, institución que atendió el trágico accidente de tránsito, se conformó con los resultados del alcoholímetro que llevaban los uniformados, los cuales, pese a ser positivos, son debatibles en un proceso penal por las dudas sobre su confiabilidad.
Cabe mencionar que la prueba de alcoholemia en Medicina Legal sí se ordenó, pero 11 días después del accidente, cuando la Fiscalía se percató del descuido en el proceso. Pero ese espacio de tiempo deja considerables dudas y sería el principal argumento de la defensa de Vives para recuperar su libertad.
Ahora los abogados del procesado tratarán de demostrar una figura que se conoce como responsabilidad compartida: tanto el conductor como los peatones provocaron el fatal desenlace.
