El miedo a Petro lo infunden sus antecedentes, sus ideas y sus compañías

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Por Hernando Fernández de Castro 

Entrada la campaña presidencial de primera vuelta, en línea recta, no hay duda que esta terminará seleccionando a Gustavo Petro y aFederico Gutiérrez, FICO, como los protagonistas de la segunda jornada para determinar quién nos gobernará en los próximos cuatro años a partir de 7 de agosto de 2022.

Poco a poco el País va despertando y percatándose del peligro que significa elegir a Petro como presidente de Colombia y no esmiedo a él como persona, lo que tiene estancada sus probabilidades de ganar y a Fico creciendo en sus opciones de hacerlo, es el temor de gran parte de los electores a lo quePetro encarna como antiguo miembro de un grupo armado ilegal, que pretendió imponer sus ideas políticas por las armas, cometiendo  actos execrables contra la sociedad colombiana, pero aceptemos en gracia de discusión, que hoy el candidato de la izquierda haya cambiado y que sea realmente un demócrata y un arrepentido de su negro pasado.

Pero sus nuevas ideas en materia económica sobre lo que debe ser el Estado Colombiano y como manejaría sus finanza y las de los colombianos que ahorran para lograr una pensión, generan desconfianza y despiertan mucho temor, porque pretender echarle mano a estos ahorros privados para programas populista, es totalmente anti político y no pasa de ser una propuesta impracticable, que ya vivió  el país, cuando el Seguro Social manejaba lo relacionado con las pensiones y que llevó al caos y a la quiebra de esa entidad en razón a que los gobiernos de turno, disponían de estos recurso para actividades diferentes a lo relacionado con las inversiones generadoras de dineros para sostener el sistema pensional de la época.

De esta manera quebraron al Seguro Social y al Banco Central Hipotecario entidad donde se invertían los dineros de los aportadores  a pensión en el Seguro Social.


Así mismo, sus propuestas de empleo y desarrollo no son más que sofismas de distracción y populismo puro, en razón a que si el Estado persigue a los empresarios privados,a sus empresas, el capital particular se irá del país, no habrá más inversión ni nacional ni extranjera y así, nos quedaremos sin empresas que generen empleo.

Otra de sus ideas es la de suspender de un tajo la exploración y explotación de los recursos de hidrocarburos o minero energéticos acabando de esta manera con los ingresos por exportación de los mismo quellegarían a cero, que aportan un buen porcentaje de las entradas del Estado y este, se quedaría sin tener cómo atender las necesidades de los colombianos de menos recursos, que son los que sufren primero cuando llegan los gobierno populista al poder.

Sin empresa privada no hay reproducción de empleo, sin este no se crean ingresos, impidiendo la menor posibilidad de desarrollo e imposibilitando el accionar del Estado por no contar con los recursos que producen los que pagan impuestos, que sigue siendo la forma de distribución de la riqueza y no la expropiación.


No se puede repartir pobreza, si un país no crea las condiciones generales para que surjan nuevas empresas, donde los emprendedores tengan posibilidades de crecer, donde el esfuerzo personal se convierta en una fuerza colectiva de progreso, su población siempre vivirá en medio de la escasez y sus habitantes más pobres, cada día, verán la pauperización de su nivel de vida como ha ocurrido en Venezuela y Nicaragua, desde que creyeron en las promesas de unos populistas que llegaron al poder para eternizarse en él

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Y si miramos la reforma judicial de la que habla Petro, parece que el eje central de la misma,está encaminado a favorecer a los depredadores de los dineros público, que hoy se encuentran en las cárceles colombianas, en vez de plantear como mejorar el servicio judicial haciéndolo más ágil  más eficaz, más efectivo y menos político, lo que propone es el ya famoso y rechazado “perdón social’ que social, no tiene nada, porque al parecer, lo que busca es favorecer a unos antisociales que hoy están presos por corrupción.


Para colmo de males, el candidato Petro ha adoptado la política del ‘todo vale” es una herramienta que el petrismo busca implementar validando cualquier apoyo político, sin mirar de donde viene o quiénes son los dirigentes que lo respaldan, así sean corruptos o personajes no muy santos.


Triste que una candidatura de izquierda,termine desdibujada por la avaricia electoral de quien hoy la encarna. El ‘todo vale” no es válido en una campaña seria en pro de lograr un gobierno que beneficie la comunidad.

Petro ha tirado por la borda cualquier posibilidad que tenía de llegar al poder con sus mentiras, sus agravios, sus invitaciones al odio y la discriminación política, actitudes que terminaron por darle entierro de pobre a su candidatura que ha perdido credibilidad ante los colombianos.

Ya no despierta miedo la posibilidad de quePetro llegue al poder, sino  por lo que pueda hacer él y sus compañeros de campaña para lograrlo.

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