Por Hernando Fernández de Castro
Esta Semana Santa nos debería invitar a los católicos y no católicos, pero si colombianos, acavilar sobre lo que hemos sido y somos comopersonas como individuos, deberíamos dedicarle un tiempo a repasar sobre que hemos hecho por nosotros y por los demás, debemos repensar sobre lo que queremos ser en un futuro, sin importar la edad que tengamos , solo meditando en que llegamos al mundo por el milagro de la creación del serhumano, con el fin de desarrollar un papel como persona, como hijo, como padre o madre, como abuelo como esposo o esposa e incluso como amigo o amiga como lo llaman hoy los jóvenes.
Somos seres humanos que vivimos en sociedad, situación que muchas veces se nos olvida cuando actuamos bajo el imperio del egoísmo personal, casi siempre procedemosen la creencia de son los demás los que deben hacer algo por nosotros, pero casi nunca meditamos que hemos hecho nosotros por el resto de nuestros congéneres.
Como nacemos, crecemos, nos educamos y vivimos en sociedad, es importante recapacitar sobre cuál es nuestro papel dentro de esta, tenemos la obligación de mirar cómo debemos participar en el destino de nuestro país, nuestro departamento y nuestra ciudad, sitios en los cuales nos desarrollamos como individuos y en los que formamos nuestras familias.
Colombia y los colombianos, hombres y mujeres de todas la edades, debemos tomar conciencia que nos encontramos frente a un momento clave para el país, apenas estamos saliendo de más de dos años muy difíciles para todos, como producto de la pandemia del Coronavirus, situación nunca antes vivida por la gran mayoría de los colombianos que hacemos parte de la Colombia actual.
Apenas saliendo de esta situación, afrontamos un proceso electoral para renovar el Congreso de la República y seleccionar algunos candidatos a la presidencia mediante el mecanismo de la consulta popular. Si bien este proceso transcurrió en paz social, también es cierto que ha dejado muchas incógnitas en cuanto a sus resultados y transparencia de los mismos.
Hoy estamos inmerso en un debate de primera vuelta por la Primera Magistratura de la Nación, proceso que al parecer por las encuestas resientes, posiblemente se reduciráen segunda vuelta a los candidatos Gustavo Petro y Fico Gutierrez, el uno representa la izquierda colombiana y el otro el centro del pensamiento político de Colombia.
Son muchos los problemas que aquejan a nuestra sociedad, hay dificultades económicas, tenemos inconvenientes en la prestación de los servicios públicos de educación y salud, igual la inseguridad en las ciudades y el campo sigue siendo el flagelo de la gentes de bien, a pesar de que se nos dijo que con el proceso de paz, esta llegaría a todo el territorio nacional.
Colombia debe ser territorio de paz y prosperidad y para ello se requiere que exista un crecimiento económico constante y creciente, para que la generación de empleo igualmente siga este camino y la prosperidad llegue a los hogares colombianos de todos los estratos sin distingo, para que el Estado pueda recaudar por medio de los impuestos los dineros suficientes para asistir a los más necesitados a través de los auxilios en salud, vivienda, educación, pensión, ingreso mensual y todos aquellos que como Estado debe proveer a los colombianos que requieren su apoyo.
Pero igualmente, con los ingresos que recauda el Estado, este debe garantizar las condiciones para que los empresarios, los inversionistas extranjeros y nacionales inviertan en la creación de empresas que ocupen la fuerza laboral del país, debe el Estado generar las condiciones para que lo emprendedores jóvenes mujeres y hombres tengan las oportunidades que requieren para ser empresarios y empresarias independientes y productores de riqueza.
Posiblemente en Mayo, estaremos definiendo el derrotero de Colombia en los próximos veinte o treinta años, la disyuntiva es puntualizar entre un Estado en manos de un gobierno de izquierda, tipo Venezuela o Nicaragua, donde no hay inversión, en el cual él gobernante se ha instalado en el poder pormás de 20 años por la fuerza, encarcelando en cada remedo de elección a sus posible contendores o igual asemejarnos al gobierno chavista que igual lleva más de 20 años en el poder, sometiendo a su pueblo al hambre y la miseria que nunca habían conocido cuando eran realmente una democracia, gobierno que convirtió a su pueblo en errante y mendigante, por todos los países latinoamericanos.
Tenemos que reflexionar en el sentido de entender que la pobreza no se combate repartiéndola, sino creando condiciones para que la riqueza crezca y así haya posibilidadesde distribuirla por medio de la generación de empleo, creación de empresas, educación, salud, vías, seguridad, favoreciendo el emprendimiento y no igualando a la sociedad por lo bajo sino por lo alto y cultivando las aspiraciones de todos a mejorar en cada uno de los aspectos de sus vidas y no a consolarse con la premisa que todos son igual de pobres.
