Grandes historias escuchadas como el de Caperucita Roja, el Viacrucis de Jesucristo, la historia del Cacique de Upar, de Simón Bolívar y su muerte en Santa Marta cuando cursó sus estudios en la básica secundaria, entre muchas otras, lo hicieron entender que hay muchas anécdotas que contar, tanto así, que se activaron sus ganas por aprender de todo lo que ha hecho el hombre a lo largo de los tiempos.
Se trata de Rosendo Romero Ospino, cantautor de música vallenata oriundo de Villanueva – La Guajira, conocido también como el ‘Poeta de Villanueva’ quien decidió no conformarse solo con contar historias a través de la música sino fortalecer su potencial formándose como historiador y gestor patrimonial con sello de la Universidad del Magdalena.
Romero Ospino es estudiante del Programa Historia y Patrimonio de esta Alma Mater en la modalidad de validación por competencias dictado de manera virtual y presencial, que escogió estudiar esta unidad académica de pregrado que le promete un enriquecimiento de mundos profundos, y con gran entusiasmo siente que llegó “como una paloma al punto donde se derramó el arroz”.
Con más de 220 obras registradas el maestro de la música vallenata tiene además un interés especial en las grandes obras literarias, ha leído ‘El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha’ y algunos clásicos de la literatura rusa, poemas y más.
Pero… ¿cómo mezcla la música con ser historiador y gestor patrimonial? A través de la música se cuentan historias en su mayoría de amor, de despecho, pero para el cantautor, quien es de nacimiento y por tradición un narrador de historias que demoran de tres a cuatro minutos, cree que ser historiador y gestor patrimonial en esta Casa de Estudios Superiores le abre una puerta enorme que va a fortalecer todo su potencial y lo enriquecerá, por lo que está contento y feliz.
¿Cómo supo de la existencia del programa? Se enteró a través de un primo y considera que de haberlo sabido antes estuviera “de cabeza” siendo parte de UNIMAGDALENA; además agradece al doctor Adriano Israel Guerra, director del Programa Historia y Patrimonio, su ayuda para ingresar a esta institución de educación superior.
“Lo que me ha llamado la atención es la generosidad del programa, la amplitud que la universidad nos brinda para que podamos avanzar en este maravilloso programa. Pienso que cuando a uno le limpian el camino es para que pueda transitar, sería tonto quedarse en el mismo sitio. Creo que la universidad en ese sentido nos está tratando con guantes de seda, nos está tratando como si nos llevaran de la mano y eso es maravilloso. Yo pensé que era mucho más complicado porque anteriormente ingresar a la universidad era casi un milagro” puntualizó.
A pesar de no conocer todavía el campus universitario y su parte interna, recuerda que hace muchos años quiso estudiar en la Universidad del Magdalena, porque le encanta el mar, cree que Santa Marta es una ciudad romántica y la gente es muy amable, además que se siente libre en la ciudad dos veces santa cada vez que está de visita. Sin embargo, siempre ha escuchado hablar de ella, de amigos que se han graduado y siempre cosas positivas.
“Sinceramente creí que para mí las oportunidades estaban cerradas, esto es como un revivir. Yo siempre he dicho que el conocimiento es juventud y cada vez que uno adquiere un conocimiento nuevo, rejuvenece, porque la actualidad realmente es estar joven, no importa los años que se tenga” enfatizó.
Después de darse cuenta que nunca es tarde para tener posibilidades de estudiar, Rosendo Romero, de manera reiterativa agradece la oportunidad que se le ha ofrecido, tanto así que espera poder retribuir no solo siendo un buen estudiante sino como profesional, hablando bien de la Alma Mater y dejándola por lo alto.
