Cada día la temporada de sequía en Santa Marta se agudiza más con el desabastecimiento de agua potable. La sequía que padece la ciudad desde hace varios meses atrás ha causado que los samarios cambien su rutina diaria, es decir, algunas familias tienen que bañarse con balde y totuma o reutilizar el agua para descargar los inodoros.
Y es que pareciera que todo se sincronizará para que los samarios vivan un verdadero martirio durante esta época del año, puesto que se incrementan los precios, hasta del agua que venden los carrotanques y las bolsitas de agua para cocinar.
Así lo denuncian los moradores del barrio Portal de Las Avenidas, quienes señalan que comprar agua de un carro cisterna, está costando hasta 170 mil pesos.
“Esta es una crisis que se agrava más cada día, y no tenemos cómo pagar un carrotanque para que llene nuestras albercas”, expresó Ana Hernández, residente del sector.
Muchos habitantes de la zona indican que los dueños de estos vehículos se aprovechan de la situación y la necesidad de la gente para subir los precios y sacar mayores ganancias.
“Estamos sufriendo por falta de agua, la única ilusión es que la empresa Essmar nos suministre el preciado líquido, pero uno llama a la línea de atención y se demoran para enviar un carrotanque, por eso ayer se decidió entre toda la comunidad bloquear la Troncal para exigir el suministro de agua potable”, mencionó.
Así mismo, señalan que esta situación es un ‘hueco en sus bolsillos’, puesto que les ha tocado pagar los recibos del acueducto, a pesar que es un pésimo servicio y comprar agua en bolsas para poder abastecerse.
“Es que son descarados, yo no sé que cobran ellos, será el aire, puesto que en mi casa tenemos semanas sin agua, todo ha sido con carrotanques privados que nos llevarán a la quiebra”, puntualizó Nubia Cotes, líder del sector.
La ciudadanía espera que la Alcaldía Distrital y la Essmar busquen las soluciones reales a este problema antes que empeore, toda vez, que los antecedentes sobre crisis de agua en la ciudad son preocupantes.
Por último, el llamado de la comunidad samaria es para que no hagan del agua un negocio y más en esta época de sequía, donde ni la Essmar puede suministrarles el preciado líquido.
