Colombia una Nación incluyente y democrática

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Por Hernando Fernández de Castro 

Los colombianos somos dados a criticar todo lo nuestro, sentimos placer autodestruyéndonos y considerándonos lo peor de la humanidad, por eso siempre estamos llorando y pidiendo que el Estado haga por nosotros lo que no somos  capaces de hacer por nosotros mismo. Casi nunca nos preguntamos qué podemos hacer nosotros por la sociedad, sino que casi siempre estamos reclamando al Estado lo que debe hacer por cada uno de nosotros.


Con la expedición de la declaración de los derechos humanos por parte de ONU después de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, que buscó poner por encima de todo la dignidad humana, sin distingo de ninguna clase, hemos visto, no sólo en Colombia, sino en el mundo una serie de movimientos feministas, étnicos, diversos en sexualidad y costumbres, que apoyándose en esta declaración, buscan la reivindicación de estos grupos de personas, lo que no es malo de por sí, pero nos encontramos muchas veces que una gran mayoría de los líderes que promueven estos movimientos, solo buscanrecibir prebendas personales, ya sean laborales, sociales o políticas.


Por principio, por educación de familia, por formación, por convicción personal, soy enemigo de hacer distinciones en razón a la raza, color político, diversidad sexual, por posición social y por cualquier otra razón, creo y defiendo, el esfuerzo personal no acepto el criterio, que por el solo hecho de hacer parte de un grupo social o de una minoría, esto persé, le conceda derechos a nadie dentro de una sociedad.

En una Nación como Colombia, que reconoce por constitución la igualdad de todos frente al Estado, no deben prosperar las afirmacionesen el sentido que nos encontramos en un país donde impera la segregación y discriminación.No niego que en algún momento de nuestra historia, esto haya sido cierto, pero en nuestro país hoy se reconoce la igualdad frente al Estado y todo aquel que se educa, trabaja, emprende  y se  propone salir adelante dentro de la ley, siempre encontrará las oportunidades de escalar en la sociedad.

Son muchos los ejemplos que el país tiene de personas pertenecientes a diferentes grupos étnicos o diferentes sexualidades, o de diferentes estratos sociales que han surgido económicamente, así como en la actividad de la política electoral, o en la academia y una gran cantidad de ellos o ellas son ejemplo de nuestra sociedad que los admira y los  respeta por ser hombres y mujeres excepcionales,dignos de exaltar, porque surgieron por su esfuerzo, su educación, su trabajo, su tesón, seres humanos que enaltecen a sus familiashumildes y que hoy son iconos de toda Colombia, que nunca pidieron nada regaladoo por medio de la violencia, simplemente se prepararon para triunfar y triunfaron.

Colombia no es una sociedad discriminadora, como lo  han querido  hacer ver algunos candidatos o candidatas a la presidencia y vicepresidencia, la prueba de ello, es la sola presencia de estos en la contienda electoral, cobijados bajo nuestra constitución y nuestras leyes, con la protección del Estado que les brinda todas las garantías para que hagan proselitismo y traten desde dentro del mismo Estado de implosionarlo, con sus discurso y diatribas sin que nadie intente impedirles sus ataques  y les respeta la libre expresión que les permiten hacer política.

El peor discriminador, es aquel que por afanes políticos, se autodiscrimina, pues solo busca un rédito electoral acusando a una sociedad que les tolera realizar actividades electorales en todos los escenarios, sin que nadie se losimpida o les vete.

En nuestro país tenemos exguerrilleros en el Congreso por una complacencia de la sociedad y del Estado, igual los hemos tenido y los tenemos en campaña presidencial, en el Congreso hay mujeres y hombres de distintas razas y etnias, las regiones tienen participación en el Congreso, en fin en mi concepto, somos y tratamos de ser una sociedad con principios, valores y costumbres que nos permiten pensar en forma liberal y respetando a todos y todas, sin ofender,creyendo que aquel o aquellas que trabaja, se educan y emprende, salen adelante y el Estado les garantiza sus oportunidades.

No estoy hablando que seamos un estado ideal, que no existe en el mundo, que solo lo concibió Platón en su obra, pues la realidad esque lo ideal es un imposible, porque somos una sociedad compuesta por individuos y como tal somos diferentes pero iguales en Derechos y Obligaciones frente al Estado y a nuestra sociedad.

Colombia es un país maravilloso, con gente buena en su mayoría, no dejemos que nos engañen con fines políticos para llevarnos después por el despeñadero del odio, las rencillas sociales que so conducen al caos social y al hambre que obliga a los más necesitados a emigrar de su propio país. No es Colombia la mejor nación del mundo, pero tampoco somos los peores, como nos los quieren hace creer algunos interesados que nunca han hecho nada por nuestra sociedad.

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