Un gigantesco trancón vehicular a la altura del puente del Once de Noviembre originó una protesta protagonizada por los habitantes de los barrios Nueva Mansión, Garagoa, Cantilito, Los Alpes y sectores aledaños que exigen el suministro de agua potable.
Voceros de la comunidad que protestaban de manera pacífica, dijeron sentirse cansados y en el olvido por parte de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta Essmar, actualmente intervenida por la SuperServicios, ya que van a cumplir dos meses sin recibir el preciado líquido.
“Nos vimos obligados a tomarnos las vías de hecho para llamar la atención a la Gerencia de la empresa Essmar y que nos solucione la falta de agua potable. No es justo que solo un día a la semana llegue a cuentagotas el preciado líquido, pero lo que no falla es la factura de cobro por un servicio inestable”, denunció una moradora de Nueva Mansión.
Fue categórica al manifestar que muchas familias se han visto obligadas a comprar agua en pimpinas que es usada para bañarse, lavar, cocinar los alimentos y bajar el sanitario. “Estamos indignadas por esta situación y lo que más nos preocupa es que teniendo cerca la planta de tratamiento en Mamatoco no contemos con el suministro de agua. Nos dijeron que traerán agua en carrotanques, pero eso solo nos ayuda por unos días nada más”, recalcó.
Durante la protesta que se prolongó por varias horas se interrumpió el flujo de automotores desde Santa Marta hacia el barrio Once de Noviembre afectando la ruta de busetas que conduce a Garagoa, Nuevo Milenio y Bonda, por lo cual los conductores desviaron subiendo el puente de Villa Toledo para seguir por la carretera hacia María Cecilia y conectar con el Once de Noviembre.
