Urge un sistema de monitoreo apoyado con herramientas tecnológicas, alarmas comunitarias y el incremento del pie de fuerza policial.
Personas inescrupulosas vandalizaron uno de los módulos comerciales que funcionan en el remodelado Camellón de la Bahía y lo saquearon llevándose las artesanías y demás productos que contenía.
De acuerdo con la denuncia hecha por José Joaquín Ferradane, propietario del punto comercial número 11, la noche del miércoles fue víctima de los ladrones quienes forzaron la ventana del kiosco con una ‘patacabra’, ingresaron y se llevaron toda la mercancía exhibida y empacada.
“Ese robo ocurrió pasadas las 10:30 de la noche de acuerdo a lo que hemos podido averiguar, los ladrones ingresaron por la ventana y se llevaron las artesanías y una variedad de mercancía que habíamos adquirido para surtir y comercializar durante la Semana Santa, pero nos dejaron sin nada”, dijo el emprendedor.
Según el dato preliminar sobre las pérdidas económicas en este hurto se estima que podrían alcanzar los doce millones de pesos ya que en cada módulo comercial funcionan dos comerciantes.
Ante lo sucedido, el afectado hizo un llamado a las autoridades del Distrito y de la Policía Nacional para que se aumente el número de uniformados como también las rondas de seguridad a lo largo de todo el Camellón de la Bahía y no solo se priorice la parte contigua a la marina internacional.
“En este sector que comprende las calles 12 y 13 estamos desprotegidos ya que la vigilancia tanto policial como del espacio público están concentrados en las calles de más arriba por lo que pedimos su protección”, indicó Ferradane.
‘SEXO A CIELO ABIERTO’
Por otra parte, se conoció una denuncia relacionada con las conductas inapropiadas de algunas trabajadoras sexuales que acuden al Camellón de la Bahía y usan los kioscos de dos pisos para tener sexo a cielo abierto con sus clientes.
Lo anterior no solo ha generado el rechazo total de la comunidad sino la importancia de adoptar un sistema de monitoreo apoyado con herramientas tecnológicas, con alarmas comunitarias y el incremento del pie de fuerza policial de tal manera que se blinde la seguridad a lo largo del moderno espacio público.
“El Camellón es un sitio que merece respeto y una protección permanente, por esa razón repudiamos el vandalismo, los actos obscenos y el hurto a los puntos de comercio. No vamos a tolerar las conductas inapropiadas de unos pocos que quieran fomentar el desorden ni la destrucción de un bien público que corresponde al disfrute de propios y visitantes”, dijo un comerciante de la bahía.
