Por Hernando Fernández de Castro
¿Hasta cuándo tendremos que sufrir los caribeños los abusos de los empresarios y dirigentes del interior del país en materia de tarifas del servicio de energía eléctrica?
Este es un tema que amerita toda la atención de los dos precandidatos del Equipo Por Colombia Alex Char y Jairo Barguil, pues el uso de la energía en nuestra costa es un producto de primera necesidad, para nadie en Colombia es secreto que nuestro clima es inclemente en razón a que las temperaturas en algunos meses del año, ascienden hasta los 40 grados centígrados, lo que hace necesario y primordial el uso de acondicionadores de aires, ventiladores o cualquier otro electrodoméstico que mitigue el sofocante calor en el que vivimos.
Pero esto parece poco importarle a los generadores de energía del interior del país, que se han inventado el cuento durante años que la energía hidráulica es la más barata y se han opuesto rotundamente al montaje de plantas térmicas en la Costa, donde tenemos carbón y gas suficiente para producir energía barata, porque así no evitaríamos tener que pagar un componente tarifario que nos agobia, como lo es el transporte de la energía del interior hasta nuestra región.
El agua es el recurso natural más escaso del mundo y su utilización en muchos países se reserva para el consumo humano por ser un elemento fundamental para la subsistencia de la humanidad, incluso algunos pensadores catastróficos han llegado a decir que la cuarta guerra mundial en un futuro, será por el dominio del agua, pero como en el interior existe la posibilidad de construir hidroeléctricas para su consumo y vendernos la energía a los caribeños, nos han mantenido en el cuento que generar con carbón y gas es demasiado contaminante, cuando en el mundo muchos de los países desarrollados como Estados Unidos, el Reino Unido y muchos otros siguen generando energía con carbón y gas, incluso con el carbón que nosotros exportamos.
Pareciera que esta es una más de las estrategia de los interioranos para no dejar que el parque industrial de la Costa Caribe crezca, pues al tener que consumir energía cara sus probabilidades de crecimiento, se ven entorpecidas por las tarifas.
Por ese egoísmo ancestral que se ha reflejado históricamente, tenemos que Colombia es un país donde la industria se instaló y creció al revés de todos los grandes países industrializados del mundo, aquí la industria se instaló en las montañas, cuando en los otros países lo hizo a la orilla del mar, allí crearon centros industriales en las ciudades costeras, mientras que en Colombia los construyeron en las cordilleras porque en nuestra región los servicios públicos domiciliarios siempre han sido deficientes, caros y sin inversión estatal, como si lo ha hecho el Gobierno nacional en las ciudades y centros andinos.
El bolsillo de los caribeños está muy golpeado por la carestía de los productos de primera necesidad, por eso a los que ganan el mínimo, no les alcanza el aumento del mismo para satisfacer sus necesidades y como uno de los principales ítem que contribuyen a este incremento, son las tarifas de energía, tan necesaria en nuestro clima y tan impactante en su valor, vemos que hoy este tema, requiere urgente atención de los candidatos al congreso de los departamentos de la Costa y por encima de todo, de los dos participantes en la consulta en el Equipo por Colombia.
Ya es hora que alguien hable y proponga un “tatequieto” al abuso de las tarifas de energía, no tenemos que asumir en la Costa el valor de las pérdidas no técnicas como nos las están cobrando ahora, el transporte de energía y su distribución, debe ser materia de estudio detallado de su incidencia en la tarifa final para que se disminuya su cobro, así sea que el Estado asuma una parte de este valor.
El Congreso es el que fija las normas que después aplican las Comisiones de Regulación, por lo tanto, deben los aspirantes al congreso hablar de este tema y dejar las falsas promesas de obras a las cuales ellos no tienen acceso, pues no son ordenadores del gasto en ningún nivel de la administración.
