Erick Castro González, director de Asuntos Marinos y Recursos Acuáticos del Ministerio de Medio Ambiente, confirmó en el debate adelantado ayer miércoles en la Comisión Quinta de la Cámara de Representantes que, en algunos sectores de Santa Marta, efectivamente, se excedieron los límites permitidos con relación a microbianos y sólidos suspendidos en ecosistemas marinos.
“Queremos aclarar que, si bien el Ministerio es el organismo rector de política y no tenemos funciones sancionatorias ni administrativas en Santa Marta, si hemos expedido todas las directrices que se requieren para que se pueda ejercer tanto por parte de Corpamag como del Dadsa, un compromiso de autoridad ambiental frente a este problema”, aseguró Castro González.
Lo anterior, fundamentado en los Planes de Saneamiento y Manejos de Vertimientos que el Ministerio reglamentó desde el 2004.
Así mismo, explicó el funcionario, en el 2018 se expidió la reglamentación para establecer límites en todos los vertimientos que pueden llegar a mar, teniendo en cuenta a todos los sectores productivos, incluidas las viviendas.
“Este 2021, sacamos la nueva Ley de Delitos Ambientales que lleva a delito ambiental la contaminación marina, con penas que pueden ir hasta 11 y medio, y pueden convertirse, con algunos agravantes, a 15 años”, explicó, añadiendo que los instrumentos de política ya están dados, por lo tanto, no puede concebirse que una región turística como Santa Marta no cuente con un plan de saneamiento y manejo de vertimientos.
“Es bastante grave porque este plan es el conjunto de programas, proyectos y actividades, con cronogramas e inversiones que nos garantizan que haya unos adecuados manejos”, añadió.
Por esto, el director de Asuntos Marinos y Recursos Acuáticos hizo una invitación a los entes territoriales del Magdalena y Santa Marta para que cumplan con la priorización de las inversiones públicas en temas de alcantarillado y saneamiento básico, porque “de lo contrario no hay otra solución a este problema”, haciendo énfasis en que su raíz está en que la ciudad no tiene un sistema de alcantarillas fluviales.
“Las aguas de lluvia se mezclan con las aguas sanitarias y, lastimosamente terminan en el mar. Desde el Ministerio estamos dispuestos a apoyar a los entes territoriales, a Corpamag y el Dadsa en esta misión”, finalizó.
