La recuperación económica es esperanzadora

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Por Hernando Fernández de Castro 

Después de los estragos económico generados por la  pandemia, parece que el país se encamina a pasos seguros por el sendero de la recuperación de nuestra economía, así lo muestran los resultados de la última encuesta de opinión Industrial Conjunta, realizada por la ANDI y otra asociaciones de empresas manufactureras como Acoplásticos, Andigraf, Camacol y Acicam, que presentan en Julio una utilización de la capacidad instalada de nuestras industrias del 81.1%, lo que indica una mayor producción, que resulta del mayor crecimiento la demanda.

Igualmente en el mismo periodo, los pedidos alcanzaron la cifra del 86.6 % de lo producido, lo que ha generado más confianza en el aparato productivo colombiano, como producto de la mejoría económica del común de la  gente o del el consumidor, que es que demanda productos en la medida que sus ingresos se incrementan.

Lo anterior, no quiere decir que no estemos aún afectados por la pandemia, pero sí que el futuro se vislumbra más halagüeño, por lo tanto, todos debemos colaborar a que esta tendencia continúe, en razón a que si la economía mejora, el Estado recaudará más impuesto y contará con más  recursos para atender las necesidades de los colombianos menos favorecidos.  Aumentando las posibilidades que se presten los servicios públicos requeridos para garantizar un clima de estabilidad y tranquilidad, donde todos podamos realizar nuestra labores para satisfacer las necesidades básicas.

Seguramente, no faltaran los Casandra, que siempre miran al país con el signo de lo negativo al gobierno y a la población y muy seguramente cuestionarán que  para que mejorar la economía, si los corruptos se roban la plata del Estado, o aquellos que solo ven pobreza dineraria, intelectual y anímica en los colombianos y por ello solo transmiten pesimismo, pesares y lamentaciones, sin proponer nunca nada que pueda ayudar a la sociedad a tomar decisiones que puedan mejorar nuestra situación.

Igualmente, saltaran los políticos oportunistas y populistas, que dirán que la economía crece para favorecer a los más ricos, o sea, a los empresarios y propietarios de las industrias, los comercios y a todos aquellos que genera riqueza, sin tener presente que para que exista bienestar, se requiere por encima de todo, la generación de empleo para que esa masa de desempleados que nos ha dejado el Covid 19, encuentre trabajo.

Colombia requiere urgentemente, que los colombianos creamos en lo nuestro, que miremos con optimismo el futuro y para eso es importante una juventud emprendedora, llena de vitalidad para estudiar, prepararse en la innovación y la  creatividad, que entienda que el egoísmo no es el camino de la prosperidad, que no se pueden desentender de lo que pase con  el Estado, el gobierno nacional, departamental o municipal, porque estos son los escenarios donde deben realizarse como personas,  como profesionales, como padres o madres.

No hay nación en el mundo, donde no haya malos políticos, donde no se encuentren corruptos en el poder, o en los que su población no haya sufrido necesidades, pero siempre han sido capaces de salir adelante con trabajo, estudio y mucha tesón para entender que la unión es la fuerza que lleva a triunfar a una nación.

Si queremos tener futuro, es urgente que nuestros jóvenes tenga oportunidades de prepararse para ser útiles a la sociedad mediante el trabajo, de tener acceso a créditos blandos y de fomento para que organicen empresas y por encima de todo que comiencen a creerse que son buenos, que son capaces y dejen de lamentarse, porque del lamento, solo queda el fracaso, pero del optimismo y del trabajo en equipo resulta el éxito que los llevará a ser triunfadores en todo lo que emprendan, el pesimismo es para los mediocres y Colombia está harta y aburrida de los mediocres en el poder, no más mediocracia no necesitamos inútiles en los gobiernos.

Para tener esperanza en el futuro, para creer en nosotros, requerimos un Estado fuerte, institucional y que su guía sea la constitución y la ley.

 Por eso en las próximas elecciones para congreso y presidencia, tenemos que votar pensando y analizando las mejores propuestas y los mejores candidatos, sin odio  sin prejuicios y sin creer en encantadores de culebras, que ofrecen grandes milagros para así llegar al poder para satisfacer sus egos y malquerencias.

Ojo, el futuro puede ser promisorio o desastroso, todo depende de nosotros que somos los elegimos.

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