Los contratos de las vías de la cuarta generación de concesiones, conocidas como 4G, se empezaron a adjudicar en 2014, sin embargo, apenas el año pasado se entregó la primera y hace unas semanas se puso en operación la segunda, a pesar de que estaban programadas para 2018 (las primeras), máximo 2021. Plazo que ya llegó.
Hoy por hoy están al servicio de los ciudadanos Honda-Puerto Salgar-Girardot (desde junio de 2010) y Puerta de Hierro-Palmar de Varela y Carreto-Cruz del Viso (desde junio de 2021). La primera cuenta con 190 kilómetros que recorren los departamentos de Cundinamarca, Caldas y Tolima. La segunda con 202 kilómetros afianza y fortalece la conectividad de la región Caribe.
Girardot-Honda-Puerto Salgar, tiene una inversión de $1,88 billones y se anuncia como una conexión fundamental entre el sur con el Norte del País, mejorando la competitividad y el desarrollo de los departamentos de Tolima, Caldas y Cundinamarca.
También se han entregado algunos tramos, llamados unidades funcionales, en otros proyectos que continúan en curso, como Antioquia-Bolívar, Autopista conexión Pacífico 2 y Cartagena-Barranquilla y Circunvalar de la prosperidad, por mencionar algunos.
En la lista inicial de las 4G, que hace parte de una de las promesas de campaña del expresidente Juan Manuel Santos, se incluyeron 55 proyectos (alrededor de 7.000 kilómetros de vías, de las cuales 1.400 son dobles calzadas, 141 túneles y 1.300 viaductos), pero al final solo se ejecutaron 29, con una inversión de $100 billones.
El objetivo era que Colombia se convirtiera en un modelo a seguir en la región en términos de infraestructura en un plazo de 10 años tras ser uno de los países más atrasados. Las expectativas siguen siendo altas por la magnitud de las obras y las proyecciones en ahorros en tiempo (30 %) y dinero (20 %), sin embargo, muy pocas se han materializado.
Así que todavía estamos en número rojos. Según el Reporte Global de Competitividad elaborado por el Foro Económico Mundial (FEM), Colombia mejoró en 45 de las 51 variables que miden y los mayores avances se presentaron en los de infraestructura, las habilidades de la fuerza laboral y el dinamismo de los negocios, entre otros. En infraestructura específicamente se destacó la calidad en las condiciones de las vías y la eficiencia que permiten. El impacto de la llamada revolución de la infraestructura aún está por verse.
De acuerdo con el cronograma, los cierres financieros deberían iniciar en 2015, pero algunos se concretaron en 2014, lo que se tomó como una señal de los avances venideros, cuando lo normal era las obras de infraestructura atravesaran demoras y tropiezos sin excepción, como, en efecto, sucedió. Las obras, por su parte, debían iniciar en 2016.
¿A qué se deben las demoras?
A los imprevistos normales se sumó una situación crítica que golpeó todas las obras de infraestructura del país: el caso Odebrecht.
La banca nacional e internacional limitó la financiación de proyectos de infraestructura hasta que recuperó la confianza en el mercado y dejó de percibir grandes riesgos en la colocación de esos recursos. En las últimas concesiones el gobierno ha destacado una amplia participación de la banca internacional, los fondos de deuda y los fondos de pensiones de todo el mundo.
A finales de 2018, el gobierno nacional anunció un plan para acelerar el avance de los proyectos 4G que se quedaron enfrascados en problemas ambientales, prediales o financieros. Seis meses después, más del 75 % de ellos (22 de 29) habían superado sus dificultades y progresaban en su ejecución.
