Más de cinco horas duró el motín orquestado por los reclusos de la estación Norte, ubicada en la calle 10C con carrera 5 del Centro Histórico de Santa Marta. La protesta de los presos se desencadenó por las pésimas condiciones en las que se encuentran y por el abandono del Gobierno local.
Cerca de 20 detenidos permanecieron en la azotea de las instalaciones de la estación y en una edificación vecina, lanzando piedras, objetos contundentes y quemando colchonetas. En medio de las protestas, un gato fue apuñalado por los reclusos y lanzado desde el tercer piso.
Los reos alzaron su voz de protesta y exigían la presencia de la Personería, Defensoría del Pueblo por falta de garantía, además de solicitar que los ingresaran a lugares adecuados.
Ante la situación, más de 200 uniformados de la Policía Metropolitana de Santa Marta y un grupo del Esmad de la Policía Metropolitana de Barranquilla hicieron presencia en lugar con el fin de controlar los desmanes.
De acuerdo con el informe preliminar entregado por la secretaria de Seguridad, Sandra Vallejos, la rápida reacción de los uniformados de la Unidad de Vigilancia por Cuadrantes de la Policía, permitió la recaptura de 64 presos que haciendo uso de su fuerza y lanzando objetos contundentes, se habían fugado del lugar.
“Una vez se conoció la situación nos trasladamos hasta el lugar e instalamos un Puesto de Mando Unificado (PMU) donde tomamos varias alternativas: la primera fue que los protestantes se calmaran, segundo buscamos a los familiares e hicieron que entraran en razón y tercero logramos entrar a las instalaciones”, manifestó la funcionaria.
