Democracia Vs Mediocracia

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Por Hernando Fernández de Castro 

Son muchos los temores en el mundo sobre la posibilidad que la democracia se encuentre en peligro, lo ha dicho el presidente Biden y algunos mandatarios europeos, lo mismo que diferentes pensadores de las ideas políticas.

El ejercicio y el respeto de los derechos humanos, la participación electoral de diferentes actores de la sociedad sin distingo de tendencias políticas y la implantación de la economía liberal, tenía convencido a las diferentes sociedades que estas conquistas, eran suficientes para que el mundo lograra el desarrollo incluyente y la satisfacción de las necesidades básicas de la sociedad.

Pero lo que todo el orbe ve con algo de sorpresa, es que estas libertades y derechos, han conducido al inconformismo de los jóvenes y de una gran masa social en muchos países, a exigir, unos de manera pacífica y otros en forma violenta, cada día más y más prebendas, y más ayuda de los estados, sin tener en cuenta sus obligaciones como miembros de la sociedad, conduciendo este malestar social, al exceso de abusar de los derechos que la democracia les concede, situación que es explotada políticamente por habilidosos dirigentes de izquierda que los alienan ideológicamente y los instrumentaliza para desestabilizar la propia democracia, de la cual gozan todos.

Este panorama, es el que vivimos hoy en Colombia, vemos políticos de izquierda azuzando las masas contra la sociedad, apoyando la destrucción de los bienes públicos, acabando con la tranquilidad y la economía nacional con los bloqueos de vías nacionales, departamentales y urbanas, que impiden la libre circulación de las personas, de bienes, de drogas, de alimentos y todo con la excusa de una protesta democrática y libre, pero que el fondo, solo pretenden destruir para instaurar un sistema antidemocrático como el cubano o el venezolano, donde las libertades y garantías sociales  e individuales no son respetadas por sus respectivos gobernantes.

La democracia, no es perfecta, pero no existe en el mundo, ningún otro sistema que permita la participación ciudadana en el destino de su país, o en el de los entes regionales o locales,  como en Colombia. La democracia, es la única que tolera y promueve, como lo vemos aquí, que personas que cometieron delitos de lesa humanidad como asesinatos, secuestros, masacres y extorsión, hoy disfruten curules en el congreso, hayan sido alcaldes o gobernadores bajo la figura  del indulto o de un proceso de paz imperfecto e impuesto sobre la voluntad  mayoritaria de los colombianos.

La sensación que dejan, es que el dejar las armas, fue una estrategia para implosionar desde dentro nuestra democracia con la complicidad de otros servidores públicos, y aun así, hay incautos que caen en esos cantos de sirena y les creen que actúan con sinceridad, cuando la realidad que muestran, es que su finalidad sigue siendo la misma, la de satisfacer sus antiguos odios, prejuicios e impulsos  sociópatas,  que los llevaron a empuñar las armas contra la sociedad colombiana, que siempre fue y es el actor pasivo de la violencia.

No tengo duda que Colombia requiere un cambio de costumbres políticas y que nuestra sociedad, debe encontrar en el Estado  los  gobiernos, la obligación de brindarles las oportunidades de progreso social que todos los seres humanos merecen y tienen derecho.

Si bien es cierto, que en Colombia se ha entronizado la Mediocracia, o sea el gobierno de los mediocres, que ocurre cuando se apoderan del gobierno un grupo de personas incapaces, pero muy hábiles en el manejo del poder político y el electoral, llevando a los puestos de mando personas afines a sus pocas capacidades intelectuales, para que no les hagan sombra, sin pensar que su función principal, es lograr el desarrollo social, político y económico de los colombianos. Por esto es muy importante que entendamos que el desarrollo se logra eligiendo y llevando a los cargos públicos a los más capaces, a los mejores y que sea las personas debidamente preparadas para desempeñarse como administradores de la cosa pública las que nos gobiernen.

La Mediocracia, nos está haciendo daño a todos, y nos esta llevando a que en Colombia hoy, todos nos sentimos con capacidades para ser alcaldes, gobernadores, y lo peor, todos somos presidenciables, a mí me parece  un irrespeto hacia la figura de la presidencia, la existencia esta gran cantidad de precandidatos o candidatos que hay actualmente, de distintas pelambres, orígenes e ideologías.

La presidencia de la República, es el cargo más importante del país, de la persona que ocupe este cargo, depende la suerte de cincuenta millones de colombianos, por esta razón, los electores debemos ser serios al momento de analizar las diferentes opciones y seleccionar al que más le convenga al país por sus antecedentes, su preparación, su experiencia, su trayectoria personal y profesional y no elegir por odios o amores.

El cáncer de la democracia es la Mediocracia, sin decir que esto solo ocurra en Colombia, esta costumbre del igualarnos por lo  bajo y no por lo alto, intelectualmente hablando, se ha apoderado de muchos países del mundo, pero ya es hora que el pueblo colombiano reaccione y seleccione al mejor o a la mejor y no se deje encantar por culebreros o charlatanes que solo hablan y hablan y nunca proponen nada positivo, sino que siembra odio y más odio.

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