¿Habrá una Mano Negra en Colombia?

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Por Hernando Fernández de Castro

 

El ataque que sufrió el presidente Iván Duque el viernes pasado, cuando su helicóptero se aprestaba a aterrizar en el aeropuerto de Cúcuta, nos hace pensar en nuestra historia de violencia e irrespeto a nuestras instituciones y autoridades, tan acendrado en nuestras mentes de Colombianos inconformes.

Encontramos que la mano negra, fué una organización secreta militar de ideología nacionalista formada por miembros del ejército en el Reino de Sebia”.

Igualmente se habla de que la Mano Negra, fue una presunta organización anarquista que actuó en la región de Andalucía de España, a la cual se le atribuyeron asesinatos e incendios de cosechas y edificios.

También hablan los libros sobre la existencia de una Mano Negra en Sicilia Italia, que se dedicaba a la extorsión.

En fin son muchas las referencia históricas a este nombre, que siempre ronda en lo ilegal, lo mafioso y en organizaciones o métodos utilizados para cometer ilícitos o desestabilizar gobiernos.

A los colombianos y a Colombia en general, en muchas partes del Mundo nos tachan de ser un país violento, donde no sabemos dirimir nuestrasdiferencias civilizadamente, donde impera el enfrentamiento por encima del dialogo, pero así mismo, paradójicamente, por otro lado, nos reconocen que somos una de las democracias más estables de Suramérica.

Nuestra historia está plagada de hechos violentos, desde la independencia, pasando por la Guerra de los Mil días, seguido de la violencia instituida con la creación y actuación de las guerrillas, que supuestamente nacieron para luchar contra el estamento adueñado del gobierno y que no le daba oportunidades a nadie que no perteneciera a el estamento, pero que desgraciadamente, terminaron como grupos de narcotráfico y delincuencia común.

Así nació la FARC, el ELN, el EPL y el M19, para no mencionar sino a los más notorios, el accionar de estos grupos armados, dio origen a los llamados grupos paramilitares, que surgieron a la vida nacional, como la manera de defenderse las víctimas de las agresiones como secuestro, extorción, masacres y demás acciones delictivas de las guerrillas, pero resulta que el remedio resultó peor, o por lo menos,igual de malo a la enfermedad. Y hoy surge en nuestra sociedad el vandalismo como herramienta de protesta.

No trato de hacer aquí, un juicio de responsabilidad ni de establecer cual o cuales de estos grupos deben responder ante Colombia y el mundo por sus actos, que en mi sentir, todos fueron contrarios a la constitución y la ley.

Quiero llamar la atención, sobre el hecho que pareciera que sobre Colombia se extiende, desde hace muchos años, la sombra de una Mano Negra, que nos hace pensar como sociedad, que el camino para el progreso, el desarrollo y el bienestar común,  es la violencia, que matándonos entre nosotros mismoresolveremos nuestra angustias, que irrespetando a nuestra autoridades superaremos nuestra ignorancia, creemos que ninguna autoridad merece respeto, sin importar quién sea la persona que la representa. Cuando vemos que por el contrario, las sociedades desarrolladas, se caracterizan por el respeto y elacatamiento a sus autoridades. En Colombia creemos que democracia, es irrespetar, vejar, burlarse y desobedecer la Constitución, la ley desacatar a las autoridades elegidas o nombradas, a las que les debemos respeto, sin importar sus ideales políticos. Sin que esto signifique que no podamos criticar a nuestra autoridades, claro que lo podemos hacer yclaro que podemos opinar en contrario, pero siempre respetando su investidura.

Los colombianos acostumbramos a tratar siempre a los demás de corruptos, sobre todo si son gobernantes o políticos electoreros, pero le hacemos trampa a las empresas de servicios públicos domiciliarios, nos volamos en las terminales de transporte urbano para no pagar el pasaje, pero creemos que esto no es corrupción o trampa, si no habilidad o “abispamiento

Yo no paso a creer, que en Colombia exista una organización que lidere ella sola, todas estas actitudes de nuestra sociedad, pero lo que sí creo, es que la sombra de la mano negra, es una manera de pensar que se ha incrustado en nuestras almas, que lleva a un gran número de colombianos a sentir que no tienen futuro, que no hay espacio para ellos en nuestra sociedad y que azuzados por un grupo de dirigentes, los llevan a pensar que el único camino posible para mejorar, es la destrucción de todo lo que hemos construido como sociedad durante tanto tiempo.

Soy consciente, que muchas veces, ocurren en nuestro país hecho y sucesos, que nos producen angustia, desazón, desesperanza y nos generandesconfianza en el futuro, pero esto no puede convertirse en caldo de cultivo para que progrese la Mano Negra en nuestras almas. Antes por el contrario, creo que Colombia necesita una juventud educada, llena de esperanza, con vitalidad para trabajar, no solo como empleados, sino como emprendedores.

Los jóvenes de hoy son los dirigentes del mañana y no pueden crecer odiando, no se pueden dejar adoctrinar por ninguna tendencia política de extremos, deben prepararse para ser  útiles a la sociedad, comenzando por serlo a sus familias, deben ser pensantes, independientes, sensatos y siempre mirar el futuro con optimismo.

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