El río sigue socavando y la amenaza de inundación es inminente, en donde los más afectados son los campesinos de la región.
Salamina sigue siendo el epicentro de una calamidad, y sus habitantes no dejan de sentir temor por la situación calamitosa que viven por la erosión del río Magdalena; es así como los vecinos del corregimiento de Guaimaro, aseguran que hay lentitud y negligencia por parte de los gobiernos del orden local y nacional para afrontar la emergencia.
Los habitantes sienten miedo por la tragedia que se les avecina, el río sigue de manera acelerada socavando el terraplén, y cada día que pasa la situación se pone más crítica.
Tanto la vía que comunica el corregimiento de Guaimaro con Salamina y los cultivos se encuentran amenazados con ser arrasados por las corrientes.
Para los cultivadores y comunidad en general la inundación no tiene marcha atrás, y hacen un llamado urgente a la Gobernación del Magdalena, Corpamag y Cormagdalena, para buscar soluciones de fondo ante la crítica situación que afrontan en la actualidad.
“Ya hemos lanzado varias voces de auxilio en años anteriores pero la problemática ha sido ignorada por parte de las autoridades competentes”, indicó uno de los habitantes de Guaimaro.
Dicen que Cormagdalena está hablando de un plan maestro de recuperación de más de $85 mil millones, y para los afectados no se está atendiendo la emergencia.
“No entendemos que después de tantas obras que se han hecho con grandes inversiones siguen empeorando el tema y nadie hace nada, pregunto dónde están nuestros congresistas, los concejales y alcaldes que no hacen nada por solucionar esta calamidad, siguen con un discurso y prometiendo lo que no van a cumplir y nosotros los más afectados”, indicó el agricultor Johnny Silva.
Agregaron además que son los pequeños productores de miles de hectáreas, quienes ya hablan de pérdidas millonarias, pues el afluente hídrico destruirá los cultivos de guayaba, maíz, ahuyama, batata, papaya, limón, mango y crías de ganado, aves de corral, cerdo, entre otras más.
“Esto ya se sabía que iba ocurrir. Pareciera que a nadie le preocupara nuestra situación, ni el dolor de los campesinos y habitantes de los municipios y corregimientos. Tenemos que encontrar una solución urgente, o si no esto va a terminar en calamidades y en situaciones sumamente dolorosas” Johnny Silva, agricultor de la región.
En varias ocasiones los habitantes de Salamina han manifestado que hablan de soluciones, de estudios, arreglos, mientras tanto el río sigue haciendo daño, y más cuando se está viviendo la temporada de lluvia en todo el territorio colombiano.
“Deseamos que los alcaldes municipales como representación de cada uno de los municipios afectados eleven también su voz de inconformidad antes que el agua nos llegue al cuello y quedemos en la ruina”, puntualizó la comunidad.
