Los servidores públicos están para servir a sus comunidades, especialmente en los momentos difíciles. Nuestra institucionalidad enfrentó el narcoterrorismo durante más de 50 años, ofrendando la vida de magistrados, jueces, periodistas, candidatos presidenciales, militares, policías y miles y miles de ciudadanos de bien, para salvar un Estado de derecho y una institucionalidad, y ahora que nos toca a nosotros enfrentar nuestros propios desafíos no podemos replegarnos perplejos ante la embestida organizada de grupos criminales que quieren poner en riesgo el abastecimiento de las ciudades, la salud, la vida y la seguridad de millones de familias.
Los alcaldes y gobernadores tienen las herramientas constitucionales y legales para hacer frente a este desafío con firmeza y contundencia. Los invito a que lo hagan. Los invito a que no se dejen abrumar por la delincuencia. Ni más faltaba que la criminalidad crea que es capaz de arrodillarnos. Nuestro país ha enfrentado a los más grandes delincuentes y los venció, no es momento para que nos dejemos arrinconar por vándalos y asaltantes. La Procuraduría desde su misionalidad está acompañando y está vigilante; recuerden que los ciudadanos que los eligieron y les entregaron su confianza los están observando. No podemos dar el vergonzoso espectáculo de ver a algunos mandatarios confundidos, inactivos, perplejos y aparentemente derrotados por la criminalidad. Si no se sienten capaces de asumir sus responsabilidades, háganse a un lado y dejen que venga alguien que sí pueda.
En cuanto a las fuerzas armadas, y de la Policía, les quiero decir que Colombia está con ustedes. Sabemos que en su historia han enfrentado delincuentes financiados por los recursos inagotables del narcotráfico y los han vencido. Ustedes cuentan con los instrumentos necesarios para actuar con contundencia y efectividad en el marco de la ley y los derechos fundamentales. Sin atajos ni procedimientos arbitrarios. Si se salen de ese marco constitucional, legal y de derechos humanos, se harán acreedores a las sanciones que correspondan. En eso no se equivoquen. La Procuraduría está a su lado, acompañándolos para que acierten, pero también para disciplinarlos cuando sea necesario. La claudicación es entregarle nuestro país al caos, la violencia y la delincuencia. Eso no lo podemos permitir. Eso no lo vamos a permitir.