Por Isidro de Jesús Mora Barrios
A muchos colombianos se le ha metido en la cabeza que necesitamos tener un gobierno de izquierda radical, porque en un acto mágico del señor Gustavo Petro “Ferragamo”, es decir el REDENTOR, en un abrir y cerrar de ojos va acabar todos los males que aquejan a Colombia.
La humanidad ha sufrido grandes transformaciones, sin embargo, no alcanzado la máxima igualdad en la sociedad en ninguna parte del mundo
Israel que es considerado “Tierra Santa” pueblo de Dios tiene conflicto de tierras desde muchísimos años con Palestina, ha sido una guerra eterna y la prostitución es legal.
Países como India, China, Estados Unidos, Rusia tienen problemas de pobreza, tugurios, inseguridad, prostitución, pandillas, mafias etc.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y Rusia se repartieron el mundo, para ejercer su control político e ideológico, a pesar de estos pactos; los dirigentes de las potencias no respetaron ese acuerdo; comenzó la Guerra Fría y ambas potencias comenzaron hacer su proselitismo político en el mundo.
Rusia comenzó hacer su política internacional predicando, divulgando y extendiendo el marxismo-leninismo; Ese el origen de las guerrillas en todo el mundo, aquí surgieron el ELN, EPL, FARC, M19 y muchas más, Estados Unidos ni corto ni perezoso utilizó el arma más letal y silenciosa la religión protestante, de allá vinieron Testigos de Jehová, Adventistas. Mormones, Presbiterianos, Bautistas entre otras; con esta arma Estados Unidos ganó la guerra fría pero las consecuencias la estamos sufriendo en todo el mundo, aquí en Colombia cualquier individuo funda una iglesia protestante y operan el cualquier garaje; o es mentira que el Imperio Romano, está todavía vigente a través del Vaticano, Roma como no pudo someter al mundo por la espada impuso la cruz.
Este rife y rafe entre las dos potencias, trajo grandes dictaduras en el mundo, apoyada por cada potencia que quería ejercer su ideología en un país determinado.
América latina no fue ajena a las dictaduras, las hubo desde el cono sur hasta México.
En el convenio de Yalta, para la reconstrucción del mundo después de la segunda guerra mundial, Colombia se comprometió a suministrar materia prima cosa que ha cumplido fielmente porque manda materia prima y le envían productos manufacturados.
Dentro de los múltiples problemas que tiene el país podemos mencionar la educación, a nosotros nos educaron para ser empleados y no para producir, la educación es netamente repetitiva con una serie de contenidos y sin ninguna aplicabilidad en la vida. Desde año 1982 empezó hablarse de microempresas, porque el mayor empleador es el Estado y no tiene la capacidad suficiente para generar puestos de trabajo a todos los profesionales y técnicos que egresan de las diferentes instituciones educativas del país, El Redentorismo tampoco lo puede hacer como arte de magia.
La guerrilla ya no tiene horizonte político, se convirtieron en los grandes narcotraficantes y hoy están disfrutando de las mieses del Estado, con esa triple moral no se puede vivir, hoy son guerrilleros defensores del pueblo, mañana son políticos enquistados en el congreso y después fustigadores del Estado ¿a quién va dirigido este mensaje o discurso?
La corrupción e igual que el narcotráfico extendieron sus tentáculos a todas las esferas de la sociedad; para algunos mentecatos solamente consideran que nada más es un solo hombre el causante de todos los males en Colombia, y que por otra parte hay un Dios redentor con un poder absoluto y milagroso que como el rey Midas, todo lo que todo tocaba se convertía en oro, ¡Qué falacia!
Nunca he sido político y mucho menos un ser macartizado; comparto los cambios estructurales como procesos, soy persona con discapacidad desde la edad de cuatro años, no me avergüenzo de ser hijo de campesino; sufrí matoneo por mis compañeros de estudios y discriminación por algunas personas de la sociedad, no soy un resentido social; Tengo todo el derecho de disentir, pero eso no le da autoridad a ningún redentoristas a insultarme y tratarme mal. No estoy de acuerdo con el REDENTORISMO. Todos tenemos la obligación moral de contribuir con el desarrollo y engrandecimiento de nuestra patria.
