Nunca es tarde si la dicha es buena, dice el refranero español. La farmacéutica Pfizer calcula que este mismo año habrá desarrollado una pastilla para combatir el coronavirus a quienes ya hayan contraído la enfermedad, algo que no solo podría acelerar la vuelta a la normalidad en Occidente, sino que podría revolucionar la situación de la pandemia en los países menos desarrollados, donde la vacuna llega más tarde y en menores cantidades.
El consejero delegado de la compañía, Albert Bourla, ha señalado este martes en una entrevista con la CNBC que aspiran a tener el fármaco para finales de 2021 y que será efectivo contra distintas cepas del virus.
El medicamento empezó a probarse el pasado mes, en lo que es la Fase 1 del desarrollo de estos compuestos, y evita que el virus se reproduzca en las células mediante los inhibidores de proteasa. El sistema de combatir el virus es similar al que se usa contra el VIH y la hepatitis C.
Sin embargo, Bourla ha asegurado que trabajan también en otro tratamiento, en ese caso intravenoso, para aquellos que ya han contraído la enfermedad.
Por otra parte, Bourla afirmó que la compañía que dirige habrá fabricado al menos 2.500 millones de vacunas contra el Sars-CoV2 este año.
Con respecto al precio de la actual vacuna, el CEO de Pfizer ha remarcado que los países ricos “como EEUU, Europa, Japón, etcétera” pagan una cantidad mayor pero “razonable” que “permite a cada gobierno adquirirlas”, pero los países menos desarrollados “tienen un precio que es la mitad” y los estados de menores ingresos “las tienen a precio de coste”.
