En la ciudad rigen diferentes medidas para evitar contagios, sin embargo, a la fecha han resultado insuficientes.
Es cuestión de horas. La ocupación de unidades de cuidados intensivos en Santa Marta llegó en la mañana del lunes 26 de abril a 93,0 por ciento, lo cual mantiene la alerta roja hospitalaria como medida preventiva para poder dar atención a los casos de Covid-19 que se vienen sumando en todo el territorio.
El último informe detalla que tres clínicas se encuentran colapsadas en su capacidad y dejaron de recibir contagiados con covid, que incluso solo requieren hospitalización por oxígeno, pues en este momento no cuentan con los mecanismos para proporcionarles este servicio vital.
Al resto de centros asistenciales de la red hospitalaria distrital solo les quedan una o dos camas UCI y las tienen dispuestas para usuarios graves por otras patologías diferentes al coronavirus.
Desde hace más de un mes, la ciudad viene con las restricciones del pico y cédula para ingresar a establecimientos comerciales y públicos y confinamiento total los fines de semana, y acatando la directriz del Ministerio de Salud, la alcaldía declaró además el toque de queda entre 6 p. m. y 5 a. m. del día siguiente.
Por primera vez durante el año de la pandemia, la capital del Magdalena enfrenta un momento tan alarmante por el número de enfermos que requieren atención intensiva.
Por su parte, el secretario de Salud del Distrito, Henrique Toscano, advirtió que, pese a la gran cantidad de infectados y muertos registrados en marzo y abril, todavía no se ha alcanzado la cima de contagios, por lo que se espera que en mayo la emergencia sanitaria continúe dejando consecuencias graves.
“Hay que estar preparados para por lo menos dos o tres semanas muy fuertes; en este tiempo la única opción para cada persona es extremar los cuidados a través de un autoconfinamiento”, añadió Toscano.
