La Policía Metropolitana de Santa Marta, llegó hasta una finca ubicada en la vereda de Masinga, en Bonda, donde había una fiesta electrónica y un grupo de personas violaban los protocolos de bioseguridad que se deben adoptar para evitar nuevos contagios por coronavirus.
En total se realizaron 33 comparendos a los jóvenes que incumplieron el Decreto 079, frente a las medidas por aglomeración de personas y violación al toque de queda.
La Policía Metropolitana de Santa Marta cerró de manera temporal la actividad comercial del negocio por diez días, el cual estaba registrado como zona de camping y durante el procedimiento fueron incautados tres parlantes.
En las indagaciones se estableció que los organizadores del evento citaron a los participantes a través de las redes sociales, pero gracias al trabajo oportuno de las autoridades se evitó que se llevara a cabo la fiesta.
