Guillermo Lasso gana la presidencia de Ecuador

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La victoria, una buena noticia para los inversores desconcertados por las promesas de Arauz de un fuerte gasto social frente a las débiles finanzas estatales, contrarresta una tendencia en América Latina de recientes victorias en las urnas para la izquierda en Argentina, Bolivia y Chile.

Pero Lasso, que asumirá el cargo el 24 de mayo, aún enfrenta una tarea desafiante para reiniciar una economía lenta que lucha después del brutal brote de coronavirus del año pasado, que se ha disparado en los últimos meses debido a que los esfuerzos de vacunación se estancaron.

“Es un día en el que todos los ecuatorianos han decidido su futuro”, dijo Lasso en un mitin, donde los partidarios jubilosos corearon: “¡Presidente Lasso!”.

Añadió: “Han utilizado su voto para expresar la necesidad de cambio y el deseo de mejores días”.

Lasso obtuvo el 52,5% de los votos frente al 47,5% de Arauz, según el Consejo Nacional Electoral, que no lo declarará formalmente ganador hasta después de una revisión de las declaraciones de votación marcadas para seguimiento.

Arauz reconoció rápidamente la derrota en un discurso muy diferente al tono combativo que adoptó en la campaña electoral.

“Esto es un revés electoral, pero de ninguna manera es una derrota política o moral porque nuestro proyecto es de por vida”, dijo Arauz, quien felicitó a Lasso.

La tercera candidatura presidencial de Lasso parecía poco probable en una nación cansada de dolorosas medidas de austeridad económica e inicialmente cautivada por las promesas de Arauz de donaciones de $ 1,000 a familias pobres y un retorno a la generosidad socialista.

Lasso, de 65 años, se despojó de su imagen conservadora en la segunda ronda al prometer avances en temas como los derechos de los animales y el medio ambiente y mayores esfuerzos para detener la discriminación por orientación sexual.

Arauz no pudo separar su persona de la de su mentor, el ex presidente Rafael Correa, quien obtuvo un amplio apoyo para los programas de bienestar social durante su mandato de una década.

Pero también fue visto como un matón combativo, y su reputación se vio empañada por los cargos de soborno por los que fue declarado culpable en ausencia mientras estaba en Bélgica, donde ahora vive.

“La candidatura (de Arauz) no logró crear un perfil propio ni crear distancia con Correa, porque sabía que perdería a los partidarios de línea dura de Correa”, dijo el analista político Julio Echeverría.

Es posible que Lasso también se haya beneficiado de una campaña para echar a perder las papeletas encabezada por el activista indígena Yaku Pérez, que probablemente contribuyó a los casi 1,7 millones de votos nulos en las elecciones del domingo.

Pérez se postuló en la primera ronda de la votación en febrero y perdió por un estrecho margen ante Lasso por un puesto en la segunda vuelta, lo que atribuyó a fraude electoral, aunque no presentó pruebas.

Al asumir el cargo, Lasso tendrá que demostrar que tiene más éxito que el presidente Lenin Moreno en el uso de políticas de libre mercado para estimular la economía.

Moreno, que no buscó la reelección, impuso dolorosas medidas de austeridad como parte de un pacto de financiamiento de $ 6.5 mil millones con el Fondo Monetario Internacional, buscó acuerdos comerciales y buscó estimular las exportaciones.

Pero no fue suficiente para poner en marcha la economía de la nación exportadora de petróleo, ya golpeada por los bajos precios del crudo cuando se apoderó de la pandemia del coronavirus.

Reporte de Alexandra Valencia; Escrito por Brian Ellsworth; Edición de Karishma Singh y Clarence Fernandez

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