Por Rafael Gómez LLinás
“La realidad es la suma de pedazos de tiempo”: Rodolfo LLinás.
Los acontecimientos de la realidad están escritos en su totalidad en el manto de la consciencia, en un presente de tiempo continuo, que va siendo leído en partes sucesivas, por el observador cognoscente. De tal manera que están definidos los sucesos de la vida en su totalidad, desde el principio hasta su punto final, no obstante, que solo sean observados durante su transcurso, o lo que es igual, en la suma de esas fracciones del tiempo. No hay pasado, no hay futuro. Solo una totalidad que va siendo percibida parcialmente en diferentes dimensiones de duración y en las aparentes diferencias del tiempo. Y la amplitud y el detalle de esas partes leídas y su entendimiento, dependen del nivel de consciencia, del pensamiento y la atención, del ser humano, su lector.
Es como si esos pedazos de tiempo a los que se refiere LLinás, fuesen como la corriente de una brisa, que tocara de manera sucesiva, unas veces fuerte otras veces suave, nuestros sentidos cognoscentes, cuando avanzáramos en ese viaje del destino en nuestras vidas. Cuando transitáramos hacia el encuentro de los sucesos de la vida, con la lectura por partes de lo que ya está escrito en su totalidad, en ese muro de la consciencia, signado por nuestro propio pensamiento-vida, con las variantes claro está, que se presentasen en el camino de una de esas vidas, de acuerdo, y solo así, con la altura de nuestro nivel de autoreferencia y consciencia, que nos permitiese entenderlos e interpretar sus mensajes, y así de esa manera, con la voluntad, fuerza y determinación del libre albedrio, se pudiesen desviar o cambiar algunos sucesos indeseados de la vida, reescribiéndolos.
Y el tiempo, solo necesita de la consciencia del observador para ser lo que ya no es, y, lo que todavía no es, en la suma del pasado, del presente y del futuro. En otras palabras los sucesos de la vida ya están insertos en su totalidad en la consciencia, determinados por la ley de causa y efecto, el Karma, y escritos en su conjunto, en los registros de Akasha: Un término que hace alusión al espacio inmaterial donde se almacenan todas las experiencias de una persona, así como la memoria completa de todas las manifestaciones del Universo, como sucesos ya determinados, con los que nos vamos encontrando, en la medida en que avanzamos en nuestras vidas. Siendo así, siempre esos sucesos, permanecerían en la consciencia, cuando la vida aparentemente llegare a su final.
En ese momento de la muerte, hay una anulación del Tiempo por la pérdida de la conciencia, desaparece el espacio y así, todo se acelera más allá la velocidad de la luz. Así mismo la condición de trimencionalidad se desprende de la consciencia, el ser se transforma en energía, y es un hecho que todo lo que se acelera a la velocidad de la luz, se vuelve infinito. Retrocede en el tiempo. Vuelve al pasado. Y en un instante. En el momento de la muerte, la persona regresa en el Tiempo por su anulación, y recorre toda su vida. Desde el principio. Es el comienzo otra vez, de su pensamiento-vida. Es la reencarnación de un pensamiento que se recuerda y se introduce en si mismo, viviendo una y otra vez, todo lo de su vida. Desde el principio. En un espacio- tiempo, en el que ese mismo pensamiento, siempre y por siempre, se recorre a si mismo. En distintas dimensiones, en muchísimas vidas, en la misma, y única vida. Y lo hace, hasta cuando el mismo ser humano, con su despertar por la elevación de su consciencia, decidiere mejorarlo o cambiarlo.
¿Y qué pasaría si aumentásemos con la atención del pensamiento, la cantidad de esos pedazos de tiempo?. ¿Será que al aparecer más pliegues y detalles de ella, la Realidad aumenta? ¿No será más bien, que ella cambia? ¿Y que tal si a la vez, con la practica de la meditación, sin necesidad de entrar a los espacios de la muerte, silenciamos el pensamiento y así el espacio- tiempo, y gravitamos sobre la levedad de la unicidad del ser?
Pareciera entonces, que el tiempo depende del pensamiento, o como lo dijera Krisnamurti: “El Tiempo, es el pensamiento mismo”… He ahí, la importancia de la Meditación, ese precioso ejercicio de silenciar la mente, el gran legado de India a la humanidad, que veremos en otra oportunidad.
En la corriente del poderoso rio de pensamiento de la cultura Védica, florecida en India hace más de siete mil años, destellan hacia nuestra civilización, vestigios sentidos de esas verdades, ya en algo perdidas en la noche de los tiempos. En el primer verso del Veda, ese hombre de la cultura Védica, se describe en Sanscrito esto mismo, y de esta manera:
“Richo akshare parame vyoman, yasmin devâ adhi vishve nisheduh yas tanna veda kim richâ karishyati ya ittad vidus ta ime samâsate” : (1)
(1).- “Los versos del Veda existen en el colapso de la totalidad, el kshara de “A”, en el campo trascendental”, donde residen todos los Debas, los impulsos de la inteligencia creativa, las leyes de la naturaleza, responsables por todo el universo manifiesto. Para aquel cuya conciencia no esté abierta a este campo ¿ qué pueden lograr los versos?. Pero aquellos quienes conocen este nivel de la realidad están establecidos en la ecuanimidad, en la totalidad de la vida”…
Y que paso a paso, esta seria su explicación: “Los versos del Veda existen en el colapso de la totalidad, el kshara de “A”, en el campo trascendental”: El Kshara de “A”, o la totalidad a la que se refiere ese primer verso del Veda, es el mismo Universo; es también la vida de un ser auto referente como el humano; o un pensamiento. ¡Son lo mismo.! Y que en el colapso de todo un universo cuando decae su energía; o en el momento de la muerte-nacimiento de un ser humano, o en el silencio del pensamiento acallado con la meditación, subyacen existiendo, esos versos del Veda, que no son otra cosa que el origen de los hechos de la vida, escritos en su totalidad en el campo unificado, ese espacio trascendental. Expresado de otra forma, se podría decir que en el colapso del pensamiento, y así del Tiempo, surge la consciencia.
“Es allí donde residen todos los Debas, los impulsos de la inteligencia creativa, las leyes de la naturaleza, responsables por todo el universo manifiesto”: Se refiere al Campo Unificado. A ese campo de la creación, que surge como efecto del acallamiento del pensamiento y así, de la anulación del espacio- tiempo. Allí en ese campo unificado y de anulación de todas leyes de la física, residen los Debas: que no son otra cosa que los portadores de la “memoria” completa de un universo anterior que ha colapsado, en la que habitan los impulsos de la inteligencia creativa, los ángeles, esos responsables de todo en ese universo que se ha de manifestar. Ellos son, la palabra creadora, el AUM primordial que signa la expansión, forma y destino de todo un universo que surge de ese campo trascendente. Es el lugar en la NADA en donde reside toda la memoria de un nuevo universo que brota a la manifestación desde Aluna, ese enigmático campo de la creación: Es la escritura completa de la totalidad del espacio tiempo de un Universo, de una vida, o de un pensamiento, que a su vez se “piensan” cuando se introducen en si mismos. Se refiere al campo de todas las posibilidades. ¡Se refiere a Dios mismo.!
“Para aquel cuya conciencia no esté abierta a este campo…¿ qué pueden lograr los versos del Veda?”: Se refiere este verso a que las personas en desarmonía, victimas de los miedos y lastres del ego, cerradas a ese campo trascendente del ser, se desconectan de Aluna, de ese Campo Unificado, de todas las posibilidades, y que nada pueden lograr para ellos los versos del Veda: La inteligencia creativa, responsable del destino y de un universo manifiesto.
“Pero aquellos quienes conocen este nivel de la realidad…Están establecidos en la ecuanimidad, en la totalidad de la vida”: Esto se refiere a las personas con un alto nivel de conciencia. Que permanecen en un estado de permanente auto observación. Que viven el presente y el ahora. Que practican lo que llaman hoy en día el Mindfulness o atención plena, que se ejercita prestando atención de manera activa en el momento presente, y sin juzgar. Que practican la meditación y acceden a ese espacio trascendente. Que saben leer e interpretar las señales y los sincro destinos que “muestra” el mismo universo. ¡Que perciben y viven, la totalidad de la vida..!
O como lo conciben los Mamos de la Sierra Nevada de Santa Marta cuando se refieren a eso mismo, en su deslumbrante descripción de la creación: “Primero estaba el Mar. Todo estaba oscuro. No había sol, ni luna, plantas ni gente, ni animales, ni nada. Solo el Mar estaba en todas partes. El Mar era la Madre. Ella era agua, era río, laguna, quebrada y Mar. Así, primero sólo estaba La Madre. La Madre no era gente, ni NADA, ni cosa alguna… Ella era espíritu de lo que iba a venir y era pensamiento y memoria. Ella era ALUNA”.
“Aluna se refiere entonces, al mundo de lo no visible o espiritual, al puro pensamiento, a la pura idea. Es como un estado de meditación. En un nivel significa pensamiento y en otro océano. Los Mamas y Mamos hablan del pensamiento como un océano, como algo primordial que precede a la creación misma. Todo el Cosmos, fue creado en Aluna, un espacio trascendental”.
“Los Mamas Koguis y Mamos Arhuacos son puentes entre Aluna y el mundo material y son entrenados especialmente para ello en la oscuridad durante 9 años. Según dicen los Mamos, todo lo que existe en el mundo fue primero creado en Aluna. Es decir, en palabras simples, que la realidad es “traída” de Aluna por las personas ya sea de manera consciente o inconsciente. Si por ejemplo una persona quiere tener un hijo, debe poner ese deseo en Aluna y dependiendo de qué tan fuerte ponga su deseo en Aluna, se hará realidad, y un nuevo hijo vendrá al mundo. De otra manera se puede, inconscientemente, entrar a Aluna con pensamientos reiterativos, e ir trayendo realidades desde la consciencia, a la vida diaria de cada uno”…
Así, un Universo siempre es pensado y puesto primero en Aluna: El campo Unificado. En ese espacio trascendente de la creación. Y que luego, por el impulso de esa inteligencia creativa, surge con el espacio-tiempo, a la manifestación. A la realidad. A la vida.
¿Y que pasaría con el Tiempo, si en el Universo no hubiese ningún elemento cognoscente?
Trataremos de verlo después…
Sharamatuna, a los primeros 66 días del año del principio del final…
